Sin stock de coches y sin compradores: los concesionarios dejarán de vender 50.000 vehículos en marzo
Las matriculaciones de coches en marzo registran una caída del 50%, en relación a los niveles previos a la pandemia, por la falta de confianza de los consumidores ante al alza de los precios de la energía y el impacto de la huelga del transporte, lo que se traduce en 50.000 ventas menos. Una serie de factores que han desatado la tormenta perfecta en el sector de la automoción en plena crisis del sector por la falta de semiconductores en las factorías.
Así lo han confirmado fuentes de Faconauto en conversaciones con este diario que han explicado que «marzo será un mal mes para el sector de la automoción, que cerrará en negativo por el impacto de la huelga de transportes en el abastecimiento de coches y el golpe del alza de los precios del combustible en la confianza de los consumidores». «Unos factores que provocarán que las ventas de coches se hundan un 18% en relación a 2021 y un 50% en comparación con los niveles previos a la pandemia, lo que se traduce en 50.000 matriculaciones menos», añaden.
«La huelga de transporte está interfiriendo en la actividad de los concesionarios, principalmente en el suministro de piezas, lo que está impidiendo el desarrollo normal del trabajo en sus talleres. Además, se está agudizando el retraso generalizado en el aprovisionamiento de vehículos. Esta situación representa una nueva amenaza en la recuperación del mercado de la automoción, muy afectado ya por la falta de stock y por la incertidumbre del consumidor», aseguran.
Según las citadas fuentes, la huelga ha tenido un impacto importante en las ventas de este mes de marzo y esto se refleja en que las ventas de coches caían un 7% hasta el 7 de marzo, día en el que empezó la huelga de los transportistas de portacamiones a la que unos días más tarde se sumó el paro de la Plataforma para la Defensa del Transporte, lo que provocó un desplome aún mayor que ya supera el 18%.
Urgen soluciones
«La huelga de los transportistas es legítima, pero urge un acuerdo que frene el deterioro del conflicto y su ya notable impacto en la actividad económica. Este conflicto es un síntoma más de cómo, en los últimos años, se han tomado decisiones que han aumentado los costes fiscales y laborales, cargando en exceso la cuenta de resultados de las pymes, lo que, en el desfavorable contexto actual, les impide soportar estos costes para seguir siendo empresas competitivas», aseguran.
Ante esta situación, piden al Gobierno que busque una solución para evitar una crisis económica y social. «Es urgente que, desde el diálogo y el consenso, se busquen soluciones para que acabe la huelga de transportistas. Revertir el alto precio de los carburantes es una decisión estructural de país en estos momentos, particularmente para sectores como el del transporte, el pesquero o el agrícola, pero también para el sector de los concesionarios, que se ve doblemente impactado, por la falta de piezas y de vehículos, y porque el precio de los carburantes está disuadiendo a muchos compradores de cambiar de coche», piden.