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La SEPI y la Seguridad Social en manos de Yolanda Díaz: el peor escenario posible

La líder de Sumar se va a convertir en la figura más importante de la política económica española

SEPI Seguridad Social Yolanda Díaz
La SEPI y la Seguridad Social quedarán en manos de Yolanda Díaz: el peor escenario posible para la economía española
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Más allá de la amnistía y el referéndum, el ciudadano medio no es consciente de las consecuencias económicas potencialmente devastadoras de la investidura de Pedro Sánchez y sus compromisos con la montonera de partidos que le apoyan. Las amenazas más peligrosas son las aspiraciones de Yolanda Díaz, en especial las que no están plasmadas en los acuerdos públicos.

¿Cuáles son esas aspiraciones? La primera es controlar la Seguridad Social, el mayor gasto del Estado con diferencia… y el mayor granero de votos con diferencia también. Tiene cierta lógica porque Trabajo y Seguridad Social siempre han estado en el mismo ministerio. Pero, precisamente, Sánchez los desgajó en dos para no dejar a los populistas de extrema izquierda al cuidado de la caja y darle las llaves a alguien supuestamente responsable como Escrivá.

Escrivá Ayuso inmigrantes
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.

Y la segunda, que Yolanda Díaz soltó sin empacho en la tribuna del Congreso -ya hemos dicho aquí que una cosa que hay que agradecerles a los de Podemos, Sumar o cómo se llamen es que hablan claro-, es pasar el control de la SEPI a Industria desde Hacienda. Casualmente, Industria es otro de los departamentos que pretende ocupar su partido, aunque la renuncia inesperada de Nacho Álvarez (su candidato para esa cartera) deja la cuestión en el aire.

En todo caso, si finalmente Industria le cae a Sumar, eso implicará el manejo de las empresas públicas, decidir a quién se rescata y a cambio de qué… y meter la cuchara en la gestión de Telefónica.

Populismo con las pensiones

Empezando por la Seguridad Social, les hemos contado muchas veces en OKDIARIO que el Estado le está traspasando dinero a punta pala para ocultar su descomunal (y creciente) agujero. Que no lo decimos nosotros, lo dice la propia AiREF. Las pensiones son el principal culpable del aumento de la deuda pública, que sí, sigue creciendo pese a que el porcentaje sobre PIB baje gracias a las revisiones al alza del crecimiento pasado por parte del INE.

Si estamos ya así con el responsable Escrivá, imagínense lo que puede pasar en manos de Sumar. Ríanse de las subidas de las pensiones con el IPC: se abre la veda para cualquier medida populista que se puedan imaginar o que ni siquiera se imaginan. Más alzas, más complementos,  más colectivos subvencionados. Y a cambio, claro, más y más subidas de las cotizaciones de las empresas y los autónomos. Ya saben, «los ricos». Las que se han aprobado en el último año pueden ser una broma al lado de lo que se avecina.

PNV PSOE, pensiones
Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar (Foto: Europa Press).

Ah, y a lo mejor también le cede la gestión de la caja a Cataluña, como ha hecho Pedro Sánchez en el País Vasco. Allí, como les hemos contado, también pretenden hacer populismo con las pensiones, pero el PNV (que se supone que es de derechas) también piensa bajar las cotizaciones a las empresas que se domicilien allí. Medida inteligente por su parte y que se va a traducir en que los vascos cotizarán menos y cobrarán más pensión. A costa del resto de los españoles, claro. Los independentistas catalanes aún no lo han pedido, pero si ven que se completa en el País Vasco, no tardarán en hacerlo.

A por Telefónica

Nos queda la SEPI. Los de Podemos-Sumar nunca han ocultado su afán nacionalizador de todos los sectores (banca, energía, telecomunicaciones, industria, lo que sea), como ha dejado claro Díaz en el caso de la siderúrgica Celsa, por ejemplo. Para eso sí que se envuelve en la bandera sin empacho y suelta que hay que contrarrestar los «intereses extranjeros». Toma ya, una frase que firmaría el propio Donald Trump.

Pero Celsa es caza menor. La pieza importante de verdad que se quiere cobrar Yolanda Díaz es Telefónica. Por eso ha presionado tanto para que la SEPI compre un 5% con la excusa de contrarrestar a la saudí STC, a lo que se añadirá la entrada del Estado en el consejo 26 años después de su salida, como adelantó OKDIARIO. Si se hace con el Ministerio de Industria y pasa la SEPI a ese departamento, tratará de manejar a Pallete con criterios comunistas, ahí es nada. Y en un entorno que no puede ser más complicado tras la venta de Vodafone y con la fusión Orange-MásMóvil. Ya les hablamos la semana pasada aquí de las cuitas del presidente de Telefónica.

Pallete, Telefónica
José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica.

El manejo de la SEPI le da todavía más poder: el de decidir los rescates de empresas en apuros y ponerse la medalla de «salvar los puestos de trabajo» (y ganar más votos, claro). La primera en la lista es Gamesa, a la que se quieren inyectar 3.000 millones, nada menos, porque si no, los alemanes de Siemens la dejan caer dada su falta de rentabilidad. Es la primera gran víctima en España de la competencia de China, por cierto. Y en el futuro, la pléyade de empresas de renovables que van a caer por el exceso de capacidad del sector.

Pues eso, la SEPI y la Seguridad Social en manos de Yolanda Díaz, una sindicalista de Comisiones Obreras cuyos conocimientos de cómo funciona la economía real son escasos tirando a nulos y, en todo caso, están eclipsados por la ideología y el fanatismo. Es difícil imaginar un escenario peor.

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