Bancos alemanes y franceses ya están en su sistema, SPFS

Rusia avanza en su alternativa al sistema de pagos bancarios SWIFT y abre la guerra económica

EEUU Rusia deuda
Catedral de San Basilio, en Moscú.
Carlos Ribagorda

Con la inminente toma militar de Ucrania por Rusia, se abre paso ahora la batalla económica entre el bloque occidental y la Federación rusa. Estados Unidos, la Unión Europea y sus aliados ya han impuesto importantes sanciones económicas al invasor, Vladimir Putin, pero países como Francia presionan para ir más allá y sacar a Rusia del sistema de pagos internacionales SWIFT, que supondría un duro golpe a la economía rusa porque bloquearía las exportaciones del país.

Pero Rusia lleva desde 2014 -tras la anexión de Crimea- preparando su propio sistema de pagos bancarios, SPFS, que le haría independiente del occidental. La primera transacción se hizo en 2018 y a finales de 2021 ya tenía 400 entidades adheridas, de las que 40 son extranjeras. En 202o había 23. Ya hay bancos alemanes, franceses, japoneses, suecos, suizos, turcos y cubanos, según ha señalado en un reciente artículo Anna Kuzmina, directora de desarrollo de negocios del banco privado digital ruso Bank 131.

Según Kuzmina, en las transacciones entre bancos rusos en el país ya no es necesario el sistema SWIFT -impulsado por Estados Unidos en 1973 pero con sede en Bruselas- y el número de entidades que se van sumando va en aumento. Según un informe del 22 de febrero de Rabobank, ya se ha contactado con países como Bielorrusia, Kazajstán, Turquía e Irán para que se unan a este sistema ruso.

Y no sólo eso. «También se están llevando a cabo conversaciones con China para integrar SPFS con la alternativa china a SWIFT, CBIBPS. Permitiría a estos países, en caso de que se vean afectados por sanciones internacionales, seguir comerciando entre ellos fuera de la vista de los EEUU. Esta posibilidad podría, por ejemplo, socavar considerablemente la imposición de sanciones contra Rusia, un importante país exportador de petróleo», señala Rabobank.

Además, desde 2014 las empresas exportadoras rusas han introducido cambios en los contratos de petróleo y gas y cada vez más permiten pagar en monedas alternativas al dólar para evitar el dominio norteamericano. Según el Banco Central ruso, entre 2013 y 2019 se han reducido los pagos en dólares en un 17%, mientras han aumentado un 11% en euros y un 5% en rublos -datos incluidos en un informe de Mirabaud-.

Si llegase a ponerse en marcha, «erosionaría el uso del dólar como moneda de reserva global. Sin embargo, debe decirse que una mayor utilización de este tipo de sistema será lenta ya que se necesitan años para que tales procesos se vuelvan confiables y luego necesarios para desplazar un sistema creíble y establecido como SWIFT», señala a este diario Simon Harvey, analista de Monex Europe.

En cualquier caso, todo está en fase embrionaria. La firma de asesoría legal asiática Dezan Shira & Associates explica en un informe que el sistema ruso funciona sólo de lunes a viernes, mientras el occidental funciona los siete días de la semana 24 horas al día. No es una alternativa en estos momentos, pero avanza poco a poco y vislumbra una unión con China y otros países asiáticos que dividiría el mundo en dos y complicaría el comercio mundial y la actividad económica.

226.000 millones en peligro

Porque sacar a Rusia del SWIFT no sólo bloquearía las exportaciones rusas. Alemania es el país europeo más reacio a imponer esta sanción a Rusia porque también bloquearía las importaciones de petróleo y gas ruso, del que depende en un 55%. «Restringir la compra de exportaciones rusas provocará un shock de inflación global, e incluso un shock de crecimiento en Europa, ya que probablemente también restringiría las exportaciones de productos manufacturados a Rusia», señala Harvey.

La citada firma Dezan Shira & Associates cifra en 226.000 millones de dólares el volumen del comercio entre Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea. Además, el impacto en Rusia sería de un 5% del PIB, pero con la invasión de Ucrania añadiría un 8% a su producto interior bruto.

Esto hace que la decisión de sacar a Rusia del SWFIT no sea fácil de tomar. De hecho, sólo se ha puesto en práctica un puñado de veces desde 1973, incluida la de Irán -perdió un 30% de su comercio internacional cuando se la excluyó del sistema-.

Moneda digital

Junto al desarrollo de un sistema de pagos alternativo al occidental, Rusia tiene otro arma de defensa, según los expertos: el acercamiento a China y la expansión de las transacciones con moneda digital. El Banco Central chino es uno de los más avanzados en este tema -DCEP es su moneda digital- y admite pagos de naciones africanas, donde se encuentran varios de los países sancionados por Estados Unidos.

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