Repsol venderá activos por 6.200 millones y reducirá la inversión un 40%
El mantenimiento del precio del petróleo en el entorno de los 50 dólares por barril está golpeando las cuentas financieras de la principal petrolera española. El ajuste de plantilla anunciado por Repsol no es suficiente para apuntalar el negocio y la empresa va a vender activos “no estratégicos” por valor de 6.200 millones de euros en los próximos cuatro años. Además, la inversión se reducirá un 40% y se realizará “un menor gasto exploratorio” para encontrar nuevos yacimientos.
Repsol informa en su Plan Estratégico 2016-2020 -presentado por su consejero delegado, Josu Jon Imaz- que estas medidas se adoptarán para “reducir deuda y mantener el dividendo” que paga a sus accionistas y mantener la calificación crediticia (rating) “dentro del nivel de grado de inversión”. Repsol pretende producir entre 700.000 y 750.000 barriles diarios durante los próximos cuatro años.
Todo ello generará una “disponibilidad de caja” de 10.000 millones de euros si se mantienen los precios del petróleo en los niveles actuales, lo que la compañía define como un “escenario ácido”. En el caso de que repunte el importe del barril, Repsol cree que podrá lograr hasta 20.000 millones de euros, en lo que define como un “escenario base”.
La adquisición de la petrolera canadiense Talisman Energy el pasado mes de mayo por 10.400 millones de euros ha supuesto un importante desembolso para la compañía española y ahora toca plegar velas para no naufragar en la tormenta del petróleo barato. Tras la compra el área de explotación y producción de Repsol se focaliza en tres regiones: Norteamérica, Latinoamérica y el sudeste asiático.
La petrolera española ha anunciado que las sinergias previstas por la compra de Talisman «alcanzarán los 350 millones de dólares» (305 millones de euros), frente a los 220 millones de euros calculados con anterioridad a la presentación del plan estratégico. “estas sinergias se complementan con el plan de eficiencia que se aplicará a toda la compañía y se reflejará en un ahorro de costes de 2.100 millones de euros anuales a partir de 2018.
Finalmente, la compañía presidida por Antonio Brufau estima que el beneficio antes de intereses, impuestos y amortizaciones (Ebitda) se multiplicará por dos en los próximos cuatro años, alcanzando la cifra de los 11.500 millones de euros.
El mercado ha castigado estas previsiones, ya que las acciones de la compañía han perdido un 4,28% en la sesión bursátil, cerrando en los 11,6 euros por título.
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