Raúl Palacios renueva como presidente de Ganvam para cuatro años
La junta directiva de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam) ha reelegido por unanimidad a Raúl Palacios como presidente de la patronal para un nuevo mandato de cuatro años, con el propósito de impulsar la adaptación del sector de la distribución al nuevo modelo de negocio que se deriva de factores como la digitalización, la electrificación o la nueva movilidad.
Con este nombramiento, Palacios, que se incorporó como miembro de la directiva de Ganvam en 2017 para impulsar la puesta en marcha del proyecto integral de renovación de la patronal, revalida su cargo tras asumir por primera vez la presidencia de Ganvam en el ecuador del anterior mandato (2019).
Para este próximo mandato, según un comunicado de la Asociación, Palacios encabezará una junta directiva que, compuesta por 18 miembros, es «fiel reflejo de la transversalidad» que caracteriza a la patronal de la distribución, con el objetivo de responder a los intereses de todos sus asociados.
Así, concesionarios oficiales, compraventas independientes y talleres, así como distribuidores de todo tipo de vehículos (turismos, industriales, agrícolas, caravanas y dos ruedas) tanto nuevos como de ocasión cuentan con representantes en el órgano decisor de la patronal, que además tiene en cuenta la representación geográfica para dar respuesta también a las particularidades de cada mercado.
De la mano de este órgano decisor plural y multidisciplinar, Raúl Palacios impulsará la adaptación de las redes de venta y posventa a una nueva realidad de mercado donde la gestión del dato se convertirá en el principal activo de los negocios de la distribución.
Una de las principales líneas estratégicas de la patronal se centra en impulsar una reconversión sectorial que permita a vendedores y talleres poner el foco en el desarrollo de servicios adicionales asociados a la movilidad conectada.
En el terreno internacional, defenderá en Bruselas el acceso abierto y seguro al dato, con el objetivo de que toda la cadena de valor maneje en igualdad de condiciones información transparente tanto sobre los datos técnicos del vehículo como sobre los datos del cliente y sus patrones de consumo, favoreciendo el desarrollo de una mayor oferta de servicios y, por tanto, precios más competitivos.