Invertir en el FOREX: ¿qué es y cómo funciona el mercado de divisas?
Existen inversiones adecuadas para cada perfil de riesgo. Una de las opciones para aquéllos que tengan una buena predisposición a él, pero sin excesos, es invertir en Forex (Foreign Currency Exchange), el mercado donde se realizan las distintas operaciones de divisas.
Destaca por ser un mercado global en el cual se desarrollan una inmensa cantidad de operaciones cada día, con valores que llegan a los miles de millones de dólares. Es, por lo tanto, el mercado más lucrativo del mundo y muy atractivo por los inversores debido a su alta liquidez. Así pues, es una buena opción para los que deseen una rentabilidad interesante en poco tiempo. Ahora bien, deben de ser conscientes que existe la posibilidad de salir de este espacio con menos dinero del invertido.
Este mercado se basa en la especulación alrededor del cambio existente entre dos divisas. Para lograr una inversión rentable, los agentes o los propios inversores realizan una serie de estimaciones a partir de patrones históricos. Es decir, analizan aquellos hechos que han provocado cambios en el valor en el pasado e intentan encontrar una similitud con la situación actual. De la misma forma, estiman posibles caídas o subidas de los tipos de acuerdo a escenarios posibles. Por ejemplo, justo después del referéndum del Brexit, el precio de la libra cayó (aunque ya ha recuperado un valor razonable). Quien fue capaz de arriesgar al respecto, consiguió una rentabilidad importante.
¿Qué ofrece el mercado Forex?
Algunos de los puntos que hacen este mercado atractivo para inversores con una aversión al riesgo no muy alta son los siguientes:
· Posibilidad de operar las 24 horas del día: el inversor puede, durante los cinco días laborales de la semana, operar en este mercado en cualquier momento. De esta forma, es posible encontrar el momento más adecuado de acuerdo a los cambios de valor relativo entre divisas que se produzcan.
· Posibilidad de invertir vía apalancamiento: en general, a no ser que ocurra algún hecho muy excepcional, los cambios en los valores de las divisas no son extremadamente acusados. Por lo tanto, si se quiere obtener una mayor rentabilidad, hay que operar con el máximo número de divisas posibles. Mediante el apalancamiento, se puede hacer. Ahora bien, hay que ser conscientes que se trata de una herramienta arriesgada ya que, en caso de inversión fallida, las pérdidas se multiplican.
· Precios más estables: la alta liquidez en el mercado facilita que, enseguida que alguien quiera vender, encuentre comprador. Por ese motivo, los precios son más estables y los cambios menos acusados.
· Bajos costes de operación: en general, las comisiones a afrontar por operar en este mercado son relativamente bajas comparadas con otros.
· La mayoría de operaciones se hacen con las mismas divisas: las divisas más demandadas y con las cuales se llevan a cabo la mayor parte de las operaciones son las que corresponden a territorios más estables. Así pues, el dólar, la libra, el euro, el yen o el franco suizo destacan por encima de las otras.