ampliación de la desaladora de Torrevieja

Problemas para Ribera: el presidente de Acuamed da un contrato a la constructora donde trabaja su hermano

Lío para Teresa Ribera: el presidente de Acuamed adjudica un polémico contrato de más de 80 millones a la constructora donde trabaja su hermano

Precio de la luz
Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica.
Carlos Ribagorda

Acuamed, empresa pública dependiente del ministerio de Teresa Ribera que gestiona las desaladoras del Mediterráneo, ha adjudicado por más de 80 millones de euros el polémico contrato de la ampliación de la desaladora de Torrevieja (Alicante) a una unidad temporal de empresas (UTE) integrada por Ferrovial Construcción, compañía donde el hermano del presidente de Acuamed es un alto cargo desde hace años. Francisco Baratech, presidente de Acuamed, firma la carta que envía a la UTE el 22 de marzo en la que le comunica que ha sido seleccionada como la mejor oferta y le requiere los documentos previos para formalizar el contrato.

Fuentes de Ferrovial han explicado a este diario que el hermano del presidente de Acuamed, Antonio Baratech, es director de Clientes de Ferrovial Construcción, pero no participa en los concursos y no tiene contacto con las empresas hasta que pasan a ser clientes. Han señalado también que en la UTE está Cadagua, filial de Ferrovial de agua, «que es quien lidera el proceso». «Antonio Baratech no trabaja en Cadagua», han explicado.

El contrato de la ampliación de la desaladora de Torrevieja, apuesta del Gobierno de Pedro Sánchez -estuvo de visita en las instalaciones en febrero-, ha sido polémico porque en Acuamed han decidido expulsar a Acciona del concurso, tras calificar su oferta de baja temeraria y no aceptar después sus argumentos técnicos para armar una oferta mejor que el resto de licitadores.

Ribera Acuamed
Pedro Sánchez, en la desaladora de Torrevieja.

Acciona es la constructora que construyó la desaladora de Torrevieja y la que la ha gestionado desde que se puso en marcha la planta en 2015 -el contrato eran 15 años de gestión-. «¿Quién mejor que la constructora que ha construido la desaladora para hacer la ampliación? ¿Y quién sabe mejor cuánto cuesta la ampliación de una infraestructura que la está gestionando ya?», se preguntan expertos del sector.

Según las ofertas recibidas, Acciona ofertó realizar la ampliación y la gestión de la desaladora por 60,7 millones más IVA, precio que fue rechazado por desviarse en un puñado de euros a la media del resto de las ofertas -por eso fue declarada de temeraria-. La oferta de Ferrovial Construcción, Cadagua, Sacyr Construcción y Sacyr Agua fue de 73 millones más IVA.

Como publicó este diario, finalmente y tras expulsar a Acciona, Acuamed ha elegido una oferta más cara en casi 15 millones de euros al obtener la máxima puntuación en la parte técnica: 29 puntos  -25 obtuvo la expulsada Acciona-, mientras el resto de las seis ofertas no superó ninguna los 21,5 puntos.

«Resulta extraño que Acuamed no acepte las explicaciones de Acciona cuando se pasaba por muy pocos euros de la calificación como baja temeraria teniendo en cuenta que podía ahorrar a las arcas públicas varios millones de euros. Y Acciona ya está gestionando la planta, no es una constructora desconocida», señalan expertos del sector.

Se da la circunstancia de que Acciona denunció el año pasado a Acuamed por una deuda de 90 millones de euros en el recibo de la luz de precisamente la desaladora de Torrevieja, como adelantó Expansión. Este tipo de infraestructuras necesita de una gran cantidad de energía para funcionar y el alza de los precios de la luz de ejercicios anteriores por la guerra de Ucrania elevó la factura a pagar por Acuamed a Acciona.

La empresa pública dependiente de Ribera tuvo que acudir a un préstamo bancario y a una nueva aportación de fondos de los Presupuestos Generales del Estado para hacer frente a sus problemas de liquidez y pagar la deuda de la luz.

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