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La OCU nos avisa ante el impuesto de sucesiones: esto es lo que debes hacer

La OCU explica qué es el impuesto de sucesiones y cómo se calcula

Qué opciones tenemos para hacer el pago y los plazos

Si vives en esta comunidad eres un afortunado: no tendrás que pagar el Impuesto de Sucesiones

impuesto de sucesiones
Persona firmando documento.
Blanca Espada

Recibir una herencia puede parecer, a primera vista, un regalo inesperado, un alivio económico que llega en un momento difícil. Sin embargo, pocas personas están realmente preparadas para gestionar los aspectos legales y fiscales que acompañan a la herencia. Uno de los puntos más importantes a tener en cuenta es el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, un tributo que muy pocos conocen en profundidad. Este impuesto puede variar significativamente dependiendo de la comunidad autónoma en la que residas, lo que puede hacer que una misma herencia tenga un coste fiscal muy diferente según donde te encuentres. Por ello, es crucial estar informado y entender cómo funciona este impuesto para evitar sorpresas desagradables.

Cuando se habla del Impuesto de Sucesiones, se está haciendo referencia a un conjunto de normativas que no solo afectan la transmisión de bienes tras un fallecimiento, sino que también engloban aspectos relativos a donaciones y seguros de vida. En España, este impuesto ha sido cedido a las comunidades autónomas, lo que significa que cada región tiene la potestad de regular ciertos aspectos, generando así un mosaico de reglas y bonificaciones que puede resultar confuso para quienes no estén familiarizados con el tema. Esto implica que, dependiendo de dónde vivas o donde residiera el fallecido, el coste de recibir una herencia puede ser desde insignificante hasta prohibitivo. Además, la forma en la que se tributa una herencia puede diferir significativamente de cómo se tributa una donación, incluso dentro de la misma comunidad, lo que añade otra capa de complejidad al asunto. De este modo, para poder gestionar correctamente una herencia y cumplir con las obligaciones fiscales, es esencial conocer dónde y cómo se debe declarar, qué plazos existen para tributar y cuáles son las reducciones y bonificaciones aplicables según el tipo de bienes heredados y el parentesco con el fallecido. De esta manera, podrás evitar pagar de más o cometer errores que puedan acarrear sanciones. Y de todos estos aspectos en detalle, han sido analizados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos proporciona, para que sepas exactamente qué hacer con el impuesto de sucesiones cuando recibas una herencia.

¿Qué es el impuesto de sucesiones?

El impuesto de sucesiones es el impuesto que tenemos que pagar al recibir una herencia. Este impuesto grava la transmisión de bienes y derechos que se produce como consecuencia del fallecimiento de una persona. Dependiendo del valor de los bienes heredados y de la comunidad autónoma donde se deba tributar, el importe a pagar puede variar considerablemente. Según la OCU, es fundamental conocer en detalle las normativas de la comunidad autónoma donde se declarará la herencia, ya que de esto dependerá en gran medida la cantidad final a abonar.

¿Dónde debo declarar?

La declaración de este tributo debe realizarse en la hacienda correspondiente, que puede ser la autonómica, foral o la hacienda central, dependiendo de varios factores. Si el fallecido residía en España, la declaración debe presentarse ante la hacienda de la comunidad autónoma donde el fallecido haya pasado la mayor parte de sus últimos cinco años de vida. En el caso de Navarra o el País Vasco, es necesario determinar ante cuál de las haciendas forales se debe declarar, según el territorio donde el fallecido pasó más tiempo en el año anterior a su muerte. La OCU señala que en caso de que el fallecido residiera en el extranjero y el heredero en España, la declaración debe presentarse ante la hacienda central, pero aplicando la normativa de la comunidad autónoma donde se encuentren los bienes de la herencia.

Plazos para tributar

En general, el plazo para pagar el Impuesto de Sucesiones es de seis meses a partir del fallecimiento. Sin embargo, tal y como destaca la OCU, es posible solicitar una prórroga de seis meses adicionales en la mayoría de las comunidades, siempre que se solicite dentro de los primeros cinco meses. Es importante tener en cuenta que, en caso de solicitar la prórroga, los intereses de demora comenzarán a acumularse. Algunas comunidades autónomas, como Guipúzcoa y Vizcaya, ofrecen un plazo inicial de doce meses, sin posibilidad de prórroga. En otros casos, como en Álava, se concede una prórroga automática de seis meses, pero con el añadido de intereses de demora.

Opciones de presentación

La OCU subraya que en todas las comunidades autónomas es responsabilidad del heredero presentar una autoliquidación del impuesto, utilizando los portales online que proporcionan las haciendas autonómicas, o bien acudiendo a los servicios de ayuda presencial. Es crucial asegurarse de presentar toda la documentación necesaria para evitar problemas con la liquidación. Sólo en Extremadura y Vizcaya existe la opción de que sea la propia Hacienda la que realice el cálculo del impuesto, tras presentar los documentos correspondientes. Además, la mayoría de las comunidades permiten realizar la presentación de forma telemática y también el pago, lo que facilita el proceso.

¿Cómo se calcula el impuesto de sucesiones?

El cálculo del impuesto de sucesiones sigue un proceso en varias etapas. Primero, se determina la base imponible, que es el valor total de los bienes heredados. Para esto, es necesario valorar adecuadamente cada bien, desde inmuebles hasta acciones y fondos de inversión. Es importante recordar que los inmuebles deben valorarse, como mínimo, según el valor de referencia catastral, y si no se ha asignado un valor de referencia, se debe estimar un valor de mercado adecuado.

Una vez determinada la base imponible, se aplican las reducciones pertinentes según el parentesco con el fallecido, la naturaleza de los bienes y las circunstancias personales del heredero, como la discapacidad. Estas reducciones varían entre comunidades autónomas y pueden tener un impacto significativo en la cuota tributaria. Por ejemplo, existen reducciones específicas para la vivienda habitual y para la empresa familiar, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos, como la conservación del bien durante un período mínimo de tiempo.

Después de aplicar las reducciones, se calcula la base liquidable sobre la cual se aplican los tipos impositivos. Estos tipos pueden variar significativamente según la comunidad autónoma y el valor de la herencia, con escalas que van desde un 7,65 % hasta un 34 %. Además, en la mayoría de las comunidades autónomas, la cuota resultante se multiplica por un coeficiente que depende del grado de parentesco y del patrimonio previo del heredero, lo que puede aumentar o disminuir el impuesto a pagar.

Deducciones y bonificaciones

El último paso en el cálculo del impuesto de sucesiones es la aplicación de deducciones y bonificaciones. Estas pueden reducir considerablemente la cuota tributaria, especialmente en el caso de herencias recibidas por descendientes directos y cónyuges. En muchas comunidades, las bonificaciones pueden llegar al 99 % o más, lo que hace que el impuesto sea casi simbólico. Sin embargo, como señala la OCU, es crucial estar bien informado y asegurarse de aplicar todas las deducciones y bonificaciones a las que se tiene derecho para minimizar el impuesto a pagar.

¿Es caro el impuesto de sucesiones?

El coste del i mpuesto de sucesiones puede variar considerablemente dependiendo de varios factores clave. Entre ellos, el lugar donde se tribute y el parentesco con el fallecido son los más determinantes. En algunas comunidades autónomas, heredar puede resultar prácticamente gratuito debido a las bonificaciones y reducciones que se aplican, especialmente cuando se trata de herencias recibidas por descendientes directos, como los hijos. Sin embargo, en otras regiones, el mismo patrimonio puede suponer un coste elevado si no se aplican las bonificaciones adecuadas o si la relación con el fallecido es más lejana.

Además del lugar de residencia, la cantidad heredada y el tipo de bienes incluidos en la herencia también juegan un papel fundamental. Por ejemplo, las viviendas habituales y las empresas familiares suelen contar con reducciones importantes, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos. No obstante, las herencias más grandes y aquellas en las que no se aplican las reducciones adecuadas pueden llevar a pagar miles de euros en impuestos. Por ello, es fundamental estar bien informado y conocer las normativas específicas de la comunidad autónoma donde se declare la herencia, para optimizar el proceso y minimizar el coste fiscal.

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