MANUAL DEL EMPRENDEDOR

La población inmigrante también compra, cómo adaptarse a estos clientes

Comercios chinos en Madrid (Foto: Google Street View).
Comercios chinos en Madrid (Foto: Google Street View).

En los últimos años, hemos vivido una gran entrada de personas procedentes de otros países y culturas. Ha llegado gente muy diversa, de lugares y países muy distintos y que, por lo tanto, presentan una serie de necesidades y preferencias específicas.

Normalmente, el motivo de la emigración es el hecho de encontrar al nuevo país donde se llega unas oportunidades de trabajo y de mejora de calidad de vida que en el lugar de nacimiento no se tenían. Ahora bien, este aspecto no significa que renuncien a su cultura y gustos.  Querrán, también, mantener costumbres propias y, a poder ser, consumir productos de acuerdo a sus preferencias. Por lo tanto, desde un punto de vista de negocio, se trata de una oportunidad.

¿Cómo atraer al público inmigrante?

Para que el emprendimiento en esta preferencia mostrada por parte de estas personas que han llegado tenga éxito, hay que tener en cuenta toda una serie de aspectos que presentamos a continuación:

· Mostrarse próximo: en un primer momento, por el hecho de no ser de su tierra, pueden tener ciertas reticencias por si desconocemos lo que estamos vendiendo y realmente solo queremos hacer negocio con ellos. En ese sentido, es importante ser amables, hablarles y mostrar conocimiento sobre su país. Hay que tener en cuenta que, si abrimos un establecimiento especializado, habrá muy pocos iguales y cada cliente es una oportunidad de fidelización y consumo a medio y largo plazo.

· Entender sus necesidades: hay que conocer qué aspectos concretos de aquel producto les gusta para, así, poder resaltarlo de forma especial y, de paso, mostrar conocimiento sobre el producto. Especialmente en temas relacionados con la alimentación o el vestido, sus preferencias pueden ser distintas a las nuestras y, por lo tanto, hay que conocer qué buscan y esperan del producto.

· Tener empatía con su situación: el hecho de encontrarse lejos de casa y de, seguramente, parte de su familia, no es fácil. A poder ser, la inmensa mayoría de personas les gustaría quedarse en su entorno, pero la necesidad impulsa la emigración. Por lo tanto, hay que dejar, si así lo desean, que se expresen con total libertad.

· Forjar un ambiente que evoque al lugar: la decoración del local tiene que generar un contexto que recuerde al lugar para generar una experiencia de compra completa.

· Conocer perfectamente las características del producto o servicio: es normal que, como se ha comentado al inicio, puedan existir reservas sobre nuestro conocimiento del producto. Es normal, pues, que especialmente en un primer momento nos hagan muchas preguntas. Éstas deberán ser contestadas con profesionalidad y seguridad. Es la forma de ganar credibilidad y generar confianza.

· Conocer palabras básicas en su lengua: en caso de proceder de lugares con una lengua distinta, es interesante dirigirnos a ellos en alguna palabra en su lengua. Los saludos y preguntas básicos es importante dominarlos, ya que se genera una sensación de proximidad y de preocupación de implicación en su cultura, hecho muy valorado.

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