Las inversiones y el ‘boom’ inmobiliario echan a los castizos del centro de Madrid

Madrid
Barrio de Malasaña (Foto. Flickr)
María Villardón

El ‘aburguesamiento’ que están experimentando ciertas zonas castizas de Madrid están elevando el precio de los alquileres. Los expertos inmobiliarios coinciden en que la demanda está subiendo mucho más que la oferta, un hecho que está trayendo como resultado un repunte de los precios. Esto, además, sumado al apetito inversor o los pisos de alquiler turístico que hay ofertados a través de diversas plataformas.

Este ‘aburguesamiento’ es más conocido como ‘gentrificación, muy de moda últimamente, por otra parte. Es un término anglosajón que significa la renovación de algunos barrios deprimidos o en mal estado, incluso olvidados del centro de la ciudad, al que comienzan a llegar población y negocios nuevos. Los nuevos ‘inquilinos’ ponen de moda esa zona y ahí es cuando los precios comienzan a ascender.

Los barrios madrileños que más han sufrido esta ‘gentrificación’ son Malasaña, Lavapiés y Chueca, todos ubicados en el distrito Centro y Justicia. La tercera zona es la que lleva más años renovada, pasó de ser un barrio problemático a tener los negocios más ‘cool’ de la ciudad. Más tarde fue el turno de Malasaña y más recientemente el de Lavapiés, aunque no se descartan otras zonas como la de Madrid Río o Tetuán.

«Malasaña y Lavapiés los barrios más gentrificados»

Sin duda, indica Guillermo Vidal, responsable de diseño de Uxban, Malasaña y Lavapiés son los barrios que más han ‘sufrido’ la ‘gentrificación’. “Pululan locales nuevos de diseñadores que marcan tendencia o bares y restaurantes ‘gourmet’ con cocinas innovadoras y que atraen a paladares más sibaritas que buscan experiencias exóticas”, explica.

El precio medio de la vivienda de alquiler en Madrid se incrementó un 11,1% en 2016, según datos de Fotocasa. Pone en evidencia, además, que la elevada demanda y la escasa ofertan disparan los precios del alquiler residencial, aunque no es la única razón.

Beatriz Toribio, responsable de estudios de Fotocasa, explica que el alquiler ha “tomado mucha fuerza en los últimos años y esto se traslada a los precios”. Asegura que la llamada ‘gentrificación’ influye en los precios, pero hay más cosas, “hay mucha gente que, a pesar de la mejora del empleo, sigue sin poder acceder a una vivienda, se dan menos créditos hipotecarios y el poder adquisitivo no lo permite”.

Una casa del barrio de Malasaña (Foto: Flickr)

Fernando Encinar, cofundador de Idealista, señala que en este proceso de ‘gentrificación’ hay “luces y sombras”. Explica a OKDIARIO que Chueca y Malasaña están ahora mejor que hace 25 y 10 años, respectivamente, porque “no estaban al mismo nivel que el resto de la ciudad”.

Las luces, comenta Encinar, es que a los barrios ‘gentrificados’ “les va mejor que a aquellos que no la han sufrido”. Por su parte, Vidal asegura que la ‘gentrificación’, obviamente encierra aspectos positivos y negativos, no cabe duda. Señala que ha traído a Madrid la renovación de la arquitectura, la apertura de nuevos y mejores comercios o las calles más seguras y limpias”. Y es verdad, donde antes había una mercería o una droguería, por ejemplo, ahora hay panaderías ‘gourmet’, tiendas de ‘cupcakes’ o fruterías orgánicas.

Con respecto a las sombras, que siempre las hay, señala que los vecinos que viven en alquiler en estas zonas deprimidas, ahora se ponen a niveles del resto de la ciudad y les sube el precio. “Si hubiera más viviendas de alquiler en el centro, bajarían los precios”, concluye.

Rubén P.P., un joven treintañero con un trabajo estable y relativamente bien remunerado, lleva viviendo de alquiler en el barrio de Malasaña alrededor de 6 años, en los últimos meses ha intentado buscar un nuevo piso aunque ha decidido desistir en la búsqueda. “Desde más o menos 2014 un piso que solía rondar los 600 euros, ahora no te lo encuentras por menos de 800 euros, ha subido exponencialmente”, declara a este periódico.

«Encinar: «Pasamos de vivir ‘donde quieres, a vivir donde puedes’”

Encinar, por su parte, cree que en Madrid y Barcelona “tenemos que cambiar el ‘chip’, ahora vivir en el centro es imposible por un precio razonable”. Además, explica que hay que dejar de hacer defensa de que “hay que vivir en el centro de Madrid con un alquiler a precios bajos porque no lo hay en otras capitales como Londres o París”. Y añade: “Hay que asumir que ya no se puede pagar, hemos pasado de vivir ‘donde quieres a vivir donde puedes’”.

Desde Uxban señalan a OKDIARIO que “los turistas o los nuevos vecinos con alto poder adquisitivo, ejercen presión provocando cambios mientras los residentes de toda la vida, los comerciantes tradicionales, resisten y aguantan los embates del ‘progreso”. De hecho, hace un mes, el periodista Luís Alemany comentaba a través de Twitter que podríamos relacionar con la supervivencia de algunos comercios tradicionales en barrios de ‘toda la vida’. «Cuando vas a tu barrio de crío y el restaurante ‘sofisti’ ha cerrado y, en cambio, el restaurante de Perico sigue vivo», decía.

Sergio C.A., vecino de Lavapiés desde hace 4 años, explica que vivir en este barrio le permitía vivir en el centro de Madrid, pero pagando menos que en el distrito Centro o Justicia. Pero, asegura que hoy por hoy, “el precio del alquiler ya está al mismo nivel” que las zonas señaladas.

Desde Idealista explican que en 2010 los alquileres “estaban bajos por la crisis, pero en 2014 los alquileres comienzan a subir porque mejora el empleo y la economía”. Cree, además, que si “se pone techo al precio del alquiler, lo que se hará será recuperar un mercado sumergido” de antaño.

Cines Doré en el barrio de Lavapiés (Foto: Flickr)

Toribio explica que tras la crisis económica el alquiler de vivienda tomó mucha fuerza, aunque reconoce que, a pesar de todo, seguimos siendo un país de propietarios. “En los últimos años ha habido un cambio de ‘chip’ a favor del alquiler, antes preferías comprar una vivienda por el mismo precio. Pero tras la recesión, el alquiler ofrece una serie de ventajas en el momento tan cambiante como el actual”.

Además, en los factores que influyen en la ecuación de los precios del alquiler, se esconde el fuerte apetito inversor. “Y no solo de extranjeros, como podemos pensar, sino también de nacionales que optan por la compra de viviendas y ponerlas en alquiler por un precio más alto”, explican desde Fotocasa. Además, Toribio también repara en otro asunto, la adquisición de una vivienda es una alternativa con más alta rentabilidad que otros productos financieros.

Toribio, además, señala que el alquiler turístico también “está haciendo que los precios suban, ya que esta oferta antes era de alquiler residencial”. Un fenómeno que se ha disparado tras la llegada de plataformas como Airbnb, según la herramienta ‘InsideAirbnb’, en el distrito Centro de Madrid hay registradas casi 5.000 viviendas para alquiler vacacional para cortos periodos de tiempo.

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