La inflación de Estados Unidos baja al 8,2% pero supera las previsiones
La inflación de Estados Unidos terminó septiembre en el 8,2%, menos que el 8,3% registrado en agosto, pero superior al 8,1% que esperaban la mayoría de los economistas. El IPC mensual fue del 0,4%, superior tanto al registro de un mes atrás, del 0,1%, como al estimado por los analistas, del 0,2%.
La subida del coste de la energía se moderó en septiembre hasta el 19,8% interanual, frente a la subida del 23,8% registrada el mes de agosto. A su vez, los alimentos se encarecieron un 11,2% anual, dos décimas menos que en el mes anterior, según los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
La inflación subyacente, que es el resultado de excluir del cálculo los precios de los alimentos y la energía, se situó en septiembre en el 6,6%, frente al 6,3% de agosto.
La intensidad de la inflación y la fortaleza que aún demuestra el mercado laboral estadounidense, que en septiembre generó 263.000 nuevos empleos no agrícolas, el dato más débil desde abril de 2021, pero que permitió reducir la tasa de paro al 3,5% desde el 3,7%, dejan vía libre a la Reserva Federal (Fed) para seguir adelante con la normalización de su política monetaria. En su reunión de septiembre, la Fed decidió elevar los tipos de interés en 75 puntos básicos, hasta un rango objetivo de entre el 3% y el 3,25%, incrementando el precio del dinero a máximos desde enero de 2008.
La vicepresidenta de la Fed, Lael Brainard, señaló esta semana que toca esperar un tiempo hasta ver bajar la inflación por la subida de tipos de interés y, en consecuencia, la política monetaria restrictiva seguirá vigente durante un periodo prolongado.
La número dos del banco central estadounidense enfatizó la buena salud del mercado laboral del pas, pero reconoció que el incremento en el precio del dinero provocará un crecimiento prácticamente nulo de la economía a nivel anual.
Los tipos del dólar llegarán al 4% a final de año y seguirán al alza durante 2023, según se desprende de las palabras de Brainard: «Tanto las encuestas de mercado como las internas indican aumentos adicionales hasta finales de este año y durante el próximo». El objetivo es llevar a la inflación al 2% desde el 8,3% actual.