El euro pierde la paridad con el dólar por el buen dato de empleo de EEUU
El euro volvió a perder la paridad con el dólar, bajó hasta las 0,9996 unidades de «billete verde», al conocerse que la economía de Estados Unidos cerró el tercer trimestre con un crecimiento del 2,6%, por encima del 2,3% previsto por el consenso.
El dato supone que el país abandona el escenario de recesión técnica después de que el PIB se contrajese hasta el terreno negativo en los dos trimestres anteriores, el -0,6% en el segundo trimestre y el -1,6% en el primero.
El PIB estadounidense eclipsó el efecto en el euro de la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés en 0,75 puntos, hasta el 2%, máximos desde 2009, con el objetivo de atajar la inflación.
La moneda única subió y superó la paridad, hasta llegar a su valor máximo frente al dólar desde hace un mes, el miércoles a causa de la inminente subida de tipos de interés y la fuerte bajada en el precio del gas que alivia la crisis energética en Europa.
El tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito aumentarán hasta el 2%, el 2,25% y el 1,5%, respectivamente, con efectos a partir del 2 de noviembre de 2022.
El organismo presidido por Christine Lagarde continúa con una política de normalización monetaria agresiva para rebajar la inflación al 2% en el medio plazo después de que las dos subidas de tipos anteriores no causasen efecto alguno en el IPC, que cerró septiembre en un nuevo máximo histórico, en el 9,9%.
El Consejo de Gobierno del BCE insiste en que basará la «senda futura» de los tipos de interés oficiales en la evolución de las perspectivas de inflación y de la economía, por lo que continuará con su enfoque en el que las decisiones se adoptan «en cada reunión», según recoge el comunicado.
Eso sí, lanza una apreciación novedosa al señalar que con esta tercera subida la segunda consecutiva de 0,75 puntos, el triple de lo habitual, ha logrado «un avance considerable en la reversión de la orientación acomodaticia de la política monetaria».