Economía

España es el país con el suelo de cultivo más caro de Europa en pleno auge de la inversión agrícola

Los precios más altos de suelo de cultivo se dieron en Canarias con una media de 120.477 euros por hectárea

Las hortalizas serán aún más caras: la hectárea de cultivo sube un 6% y supera los 260.000 euros

suelo cultivo
Tierra de cultivo

El suelo de cultivo se ha convertido en un valor refugio para muchos inversores que quieren alejarse de la volatilidad. Un interés que ha elevado los precios de estos terrenos considerablemente: España se ha consolidado como el país con el terreno de cultivo más caro de Europa. A nivel regional, los precios más altos de la tierra cultivable se dieron en la región española de las Islas Canarias -una media de 120.477 euros por hectárea de suelo de cultivo.

El precio de una hectárea de tierra cultivable en 2021 osciló entre un mínimo de 3.661 euros de media en Croacia y 47.290 euros de media en Luxemburgo, entre los diecinueve Estados miembros de la UE, según los datos de Eurostat. Es probable que este rango sea aún más amplio, ya que el precio promedio de una hectárea de tierra cultivable en los Países Bajos fue de 71.225 euros en 2020.

El suelo agrario es un activo inmobiliario que se caracteriza por su estabilidad en términos de valor, que ha generado rendimientos medios en el último lustro entre el 0% y el 2,5 % para la mayoría de las tipologías de cultivos y unas tasas de rentabilidad total, excluidos impuestos y subvenciones, que se mueven entre el 4 % de los pastos y pastizales y el 11 % de los productos de invernadero. Estos últimos muestran el mayor valor unitario entre los grandes grupos de cultivos analizados: 157.000 euros por hectárea (€/ha), según las tasaciones de Tinsa.

España es uno de los principales productores agroalimentarios dentro de la Unión Europea: el 24% de las hortalizas y el 30,4% de las frutas se producen en nuestro país, donde la agricultura aporta el 2,3% del valor añadido bruto a la economía y concentra el 3,2% de la población activa. En 2021, las exportaciones agroalimentarias españolas aumentaron un 11% anual, alcanzando los 60.118 millones de euros, el máximo de la serie histórica en términos nominales.

“Los activos rústicos han entrado en los últimos años en el punto de mira de los inversores atraídos por el valor estable de la tierra y el potencial de mejora de los rendimientos. Se interesan principalmente por cultivos de regadío, más valorados y rentables, y por grandes superficies con el objetivo de generar economías de escala y mejorar el retorno de la inversión mediante técnicas de cultivo intensivas y superintensivas”, explica Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa.

El informe Suelo Agrario en España 2022 destaca que la rentabilidad media de los cultivos (excluidos impuestos y subvenciones) se mueve en una horquilla entre el 4% y el 11%, siendo las hortalizas el cultivo que ofrece el mejor rendimiento, seguido de los cultivos de invernadero, los cítricos y los frutales.

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