Ibercaja

Los empleados de Ibercaja preparan movilizaciones mientras el banco negocia una venta

Ibercaja prepara su venta, a Bolsa o a otra entidad

Los sindicatos creen que se han hecho varias falsas promesas

Ibercaja primer trimestre
Oficina de Ibercaja.
Borja Jiménez

Los inminentes cambios en Ibercaja están poniendo nerviosa a la plantilla, que está muy molesta con la entidad por algunos de los últimos acontecimientos que están sufriendo ante la segura venta del banco -ya sea mediante una salida a Bolsa o mediante una venta a bancos, donde CaixaBank y Banco Sabadell ya han mostrado interés-.

El sindicato CGT es el que más ruido está creando en el seno de la plantilla de Ibercaja, entidad a la que acusan de hacer «falsas promesas», motivo por el cual se están planteando movilizaciones. Según señalan desde CGT, se han hecho falsas promesas a prácticamente toda la plantilla, desde el personal que desarrolla el servicio de limpieza en oficinas y departamentos centrales de la entidad («a quienes ya se recortaron horas de trabajo y sueldo, y prometieron estabilidad, volviendo ahora a la carga para pretender hacer otra vez lo mismo, y todo ello a unas personas que llevan trabajando muchos años aquí»), hasta los gestores de carteras, de clientes y de banca personal («donde no trabajan sólo para esos cometidos, sino que les caen muchos más, derivados de la confianza que les tienen los clientes de sus zonas»).

Según señalan desde el sindicato, la entidad abusa exigiendo a los gestores «continuos informes y reportes», a lo que se añaden «el tiempo que tienen que perder para hacer una contratación de un producto, donde son necesarias casi veinte firmas por parte del cliente para cumplir con todo el protocolo de información previa y protección de datos, requiriéndose muchas veces más de una hora para atender al cliente».

«La plantilla de Ibercaja que en su momento pertenecía a las antiguas oficinas de empresas, al fusionarse con las urbanas, han perdido todo lo que habían consolidado años atrás», continúan exponiendo desde el sindicato, desde donde recuerdan, también, que los empleados que «dieron el paso de admitir un cambio de oficina para ayudar a la entidad, y que les prometieron ‘oro puro’ dentro de un tiempo para agradecerles los servicios prestados, aún están esperando, todavía ‘anclados a fuerza’ en los mismos destinos que hace cinco años, habiendo hecho méritos suficientes para mejorar su carrera profesional».

También exponen desde el sindicato que en la entidad prometieron que si cumplían con su trabajo serían ascendidos a una oficina de categoría superior, ó a un puesto de mayor rango. Sin embargo, según alegan, «las vacantes que van solicitando son denegadas una y otra vez».

Venta de Ibercaja

Ibercaja ha contratado a Rothschild & Co como asesor financiero independiente con el propósito de completar la preparación de su salida a Bolsa, proceso para el que apurará el plazo de la normativa vigente, establecido como máximo antes de finalizar el año 2020. Desde la compañía se esperaban captar cerca de 1.300 millones por la OPV, sin embargo, desde el mercado rebajan, y mucho, esta cifra. Precisamente por ello, Ibercaja podría poner sobre la mesa la opción de venta de la entidad, para lo que bancos como Banco Sabadell o CaixaBank podrían estar muy interesados.

CaixaBank y Banco Sabadell se acercaron a Ibercaja en verano de 2017, tal y como han confirmado a este periódico fuentes conocedoras, que apuntan a la entidad que preside Jordi Gual como la más interesada en comprar el banco. Estas negociaciones, que se produjeron con carácter informal, no llegaron a buen puerto, pero lo cierto es que ni CaixaBank ni Sabadell se han olvidado de Ibercaja… y están al acecho con lo que suceda con su salida a Bolsa.

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