La ecologista Ribera ya no se opone a la expansión nuclear en Europa tras forzar su cierre en España

Teresa Ribera ha abandonado el discurso antinuclear que ha tenido como ministra de Transición Ecológica en España, que le ha llevado a forzar el cierre de toda la nuclear en el país en 2035, y en su primera comparecencia pública tras conocerse que será la próxima vicepresidenta europea de Competencia y Transición Verde no se ha opuesto a que los países de la UE construyan nuevas centrales nucleares, como quiere la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen.

En una comparecencia pública este martes, preguntada por su posición sobre la energía nuclear, Ribera ha contestado que «creo que ha habido… un gran respeto hacia cada decisión diferente que cada estado miembro ha tomado en consideración al definir sus sistemas eléctricos y sus diferentes opciones».

Ribera ha señalado además en esa comparecencia sobre su etapa como presidenta en las reuniones de los ministros de Energía durante la presidencia de España de la UE en 2023 que ella «jugó un papel muy importante para no minimizar a nadie y facilitar soluciones que puedan encajar y tener sentido en el cambio estratégico que está impulsando la economía europea».

Con estas declaraciones Ribera muestra que no será beligerante contra la energía nuclear en Bruselas pese a su furibunda gestión contra este tipo de energía en España. Además, como ministra en el Gobierno de Pedro Sánchez, trabajó en Europa para que la Comisión no declarara la energía nuclear como verde, batalla que finalmente acabó perdiendo. También peleó para que el gas tampoco fuera considerado energía verde en Europa. Ribera llegó a calificar esa decisión de «gran error».

Esta oposición de Ribera a la energía nuclear ha podido ser un factor determinante para que finalmente la ministra española no haya sido designada comisaria de Energía, aunque Competencia es un cargo vital en la Comisión aunque no tenga funciones legislativas -se encargará de liderar una transición verde, justa y competitiva-. La posición de Francia a favor de la energía nuclear es conocida y se ha quejado públicamente de la posibilidad de que Ribera fuera nombrada máxima responsable de las políticas energéticas europeas.

El eurodiputado francés Christophe Grudler, miembro del grupo centrista Renew Europe, señaló en agosto que «en cada grupo político hay quienes no votarán por alguien que sea un oponente abierto de la causa nuclear». «La Comisionada está aquí para implementar el programa de la Comisión, no hay lugar para sentimientos personales», añadió. «Tendrá que aceptar… y puedo asegurarles que nos aseguraremos de que acepte», aseguró.

La presión de Francia parece haber dado sus frutos para los intereses de su país, eminentemente nuclear, y Ribera no llevará la comisión de Energía, cargo para el que ha sido propuesto el danés Dan Jørgensen. Von der Leyen ha dado la orden a sus comisarios de apoyar la construcción de reactores nucleares de pequeña escala.

Ribera y Sánchez han forzado el cierre de todas las centrales nucleares en España, con la oposición de toda la industria. Según el calendario aprobado por el Gobierno, los cierres nucleares empezarán en 2027 y se completarán en 2035. La nuclear, que no emite dióxido de carbono, sigue siendo la segunda energía más consumida en España. Supone el 20% del total y en lo que llevamos de mes de septiembre es la energía más consumida, por delante de la solar y la eólica.