Duro Felguera: la SEPI choca con la resistencia de Bruselas a bajar los intereses para salvarla de la quiebra

La salvación de Duro Felguera de la quiebra se complica cada vez más. A la impugnación de su plan de reestructuración por parte de ocho acreedores en el juzgado, adelantada por OKDIARIO, se suma la resistencia de Bruselas a permitir que la SEPI rebaje los intereses del rescate de 120 millones concedido a Duro Felguera durante la pandemia. Una rebaja que el propio plan considera imprescindible para la viabilidad de la empresa.
El plan citado contempla la conversión de 100 de esos 120 millones de un préstamo participativo en ordinario, y el alargamiento de su vencimiento en tres tramos: 20 millones en 2029, 30 millones en 2032 y 70 millones en 2035. Es decir, es una «patada adelante» con la esperanza de que Duro Felguera pueda superar su crítica situación y volver a la rentabilidad en el futuro.
«Como segundo eje, se plantea la novación extramuros del PdR de la deuda actual con FASEE [el fondo de rescate de la SEPI], por un importe de €120 millones (más los intereses que se hayan devengado, sin haberse liquidado, a la fecha de homologación), para que dicho endeudamiento devenga sostenible. Esta reestructuración es absolutamente necesaria para garantizar la viabilidad del Grupo DF. El acuerdo alcanzado incluye una extensión del vencimiento actual, estableciendo un nuevo calendario de amortización en 2029 (€20 m), 2032 (€30 m) y 2035 (€70 m). Asimismo, se prevé la posibilidad de flexibilizar la naturaleza jurídica de la deuda (ordinaria o participativa) y de reducir su coste financiero mediante la revisión del tipo de interés aplicable», explica el plan de reestructuración.
Ahora bien, la SEPI necesita que Bruselas le permita rebajar los intereses, ya que, con este alargamiento de plazos, la carga financiera será inasumible para la compañía, e incluso podría superar el importe principal del crédito, como también adelantó OKDIARIO; estas ayudas de Estado extraordinarias permitidas por el Covid debían tener a cambio intereses crecientes para forzar a las empresas rescatadas a devolver el dinero cuanto antes.
Por ello, la Comisión Europea es muy reticente a permitir esa rebaja, puesto que supondría un agravio comparativo con otras empresas rescatadas en la pandemia, tanto en España como en el conjunto de la UE, que sí han tenido que hacer frente a esos intereses crecientes, como por ejemplo Air Europa.
«Bruselas no va a aceptar que la SEPI baje los intereses a Duro Felguera porque se ha acabado la manga ancha con las ayudas de Estado», sostiene una fuente conocedora de la situación. «Con Talgo sí cederá porque puede imputarlo a los fondos europeos para modernizar el tejido industrial. Pero con Duro Felguera no tiene ninguna fórmula para colarlo», añade.
Más problemas
En el caso de Talgo, el Gobierno está convencido de que la Comisión Europea no pondrá pegas a la compra por parte de la SEPI del 7,9% del capital (ni la CNMV tampoco), es decir, no lo considerará ayuda de Estado.
En las últimas semanas, se le han acumulado los problemas a Duro Felguera. La portuguesa Tecnimont le ha ejecutado un aval de 5,79 millones por el incumplimiento de la construcción de una planta de plietileno. Y el director de recursos humanos, Pablo Fernández López, ha abandonado la compañía sin haber concluido el ERE en marcha, con lo que se suma a la larga lista de directivos que han abandonado el barco.
El otro gran obstáculo para la salvación de Duro Felguera es que debe evitar el pago de los 413 millones que le reclama Argelia por la central eléctrica de Djelfa. Pero la empresa pública argelina Sonelgaz ejecutó en noviembre el aval de 54,8 millones que tenía depositado Duro Felguera de forma «inesperada», según comunicó a la CNMV, lo que no indica precisamente una voluntad de rebajar la citada indemnización.