De Cos y Pablo Isla ganan posiciones para ser ministro de Economía de Feijóo frente a Garicano y Caruana
Si hay algo más caliente que las elecciones de este domingo, son las quinielas sobre el posible ministro de Economía de Alberto Núñez Feijóo si se confirman las encuestas y consigue alcanzar la Moncloa. Las últimas conversaciones en el entorno del líder del PP señalan con fuerza a dos nombres: el del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y el del expresidente de Inditex Pablo Isla. Y parece que pierden opciones Luis Garicano y Jaime Caruana.
Pero hasta el rabo todo es toro y, como ya les hemos advertido en esta columna, el nombre sólo está en la cabeza de Feijóo, que es completamente hermético además de gallego. Es más, una cosa es que él quiera a una persona y otra muy distinta es que esta persona acepte. Sí, por increíble que parezca, no todo el mundo en España dice que sí cuando le ofrecen ser ministro. El ejemplo claro es Luis de Guindos, que no va a dejar la vicepresidencia del BCE por mucho que el candidato popular le haya tirado los tejos.
En esa misma situación puede encontrarse Isla, probablemente el que más le gustaría a Feijóo. No sólo por haber convertido a Inditex -empresa gallega, que eso da puntos- en la mayor multinacional española, sino porque este abogado del Estado ya ocupó cargos en la Administración, donde fue el responsable de privatizaciones como Argentaria o Aldeasa. Es decir, conoce el percal de la cosa pública.
No, pero ¿y si sí?
Ahora bien, ¿se va a meter en el berenjenal de dirigir la economía española? En el mundo empresarial la opinión mayoritaria es que no. Y no porque los sueldos de los ministros sean muy bajos, como han publicado algunos, que eso le importa bastante poco a alguien que ha salido de su empresa con 23 millones bajo el brazo. Más bien porque eso le pondría en la picota a él y a su familia, con ataques constantes y feroces de la izquierda por ser rico (o sea, malvado por definición para ellos). Además, le atrae más pilotar otra gran multinacional y ser ministro implica tener que bajar al barro constantemente a pelearse con la oposición (incluso con los aliados, si el PP necesita a Vox).
Ahora bien, tampoco descarta nadie que se haga un Goirigolzarri, es decir, que acepte el cargo «por patriotismo» para tratar de enderezar los desastres de Pedro Sánchez, Nadia Calviño y Yolanda Díaz. Goiri hizo lo propio con la presidencia de Bankia para tratar de salvar la entidad -con 24.000 millones de dinero público, eso sí-, pese a que estaba felizmente retirado con una pensión de 68 millones del BBVA y pese a que Guindos había puesto tope al sueldo de las entidades nacionalizadas.
De Cos, el favorito
Si la opción Isla no fructifica, el que ha ganado más enteros en los últimos días es Hernández de Cos. Hay algunas fuentes que aseguran incluso que ha recibido la llamada de Feijóo y le ha dicho que sí. Ahora bien, no lo den por hecho. Primero, porque insistimos en el hermetismo de Feijóo. Y segundo, porque el gobernador es más un teórico (viene del servicio de estudios del Banco de España y lo que le gusta es eso) que un hombre de acción; de hecho, cuando ha criticado al Gobierno en el Congreso ha pasado de responder a la oposición. Como hemos dicho antes, si es ministro no le quedará más remedio que entrar en el cuerpo a cuerpo.
Además, está mal visto que los presidentes de organismos independientes se pasen a la política, aunque después de José Luis Escrivá, ya vale todo. El actual ministro de Seguridad Social venía de la AIReF y se ha comido los principios ortodoxos de los que hacía gala entonces; como decía Groucho Marx, estos son mis principios, y si no le gustan tengo otros.
Garicano y Caruana bajan
En el otro lado, los que parece que han perdido puestos en las encuestas son Garicano y Caruana. El primero era el tapado de Feijóo para el cargo, un profesor universitario de reconocido prestigio nacional e internacional que encajaría perfectamente en el cargo, muy activo en redes sociales y que, como tampoco va en las listas, tendría la vitola de independiente que tenía el propio Guindos. Pero el gallego ha asegurado que será alguien que no haya ocupado ningún cargo político, y Garicano ha sido eurodiputado de Ciudadanos. Claro que eso no es un cargo de responsabilidad, y a ello podría agarrarse Feijóo si se queda sin otras opciones. Además, el gallego también dijo que su elegido conoce la política europea.
¿Y Caruana? El exgobernador del Banco de España ha vuelto a pedir a Carlos Torres su salida del consejo del BBVA, como adelantó OKDIARIO, esta vez con el argumento de que le han ofrecido un cargo público: ¿Ministro? Es verdad que puede ser una excusa para forzar su marcha, ya que está bastante molesto con el daño reputacional que el caso Villarejo le está haciendo al banco y a él mismo. Y que no para de aumentar: la Fiscalía ya apunta al propio Torres.
Pero también es cierto que encaja perfectamente en el perfil que ha dibujado Feijóo para su ministro: no es político ni ha ocupado ningún cargo político pero sí de alta responsabilidad en el mundo financiero, es un gran experto en economía (es técnico comercial y economista del Estado) y tiene un gran prestigio tanto en España como fuera. Caruana ha asegurado en privado que no está en esta carrera, pero si recibe la llamada de un Feijóo presidente, será difícil que se niegue.
Para otras carteras, las cosas están más claras. Juan Bravo, el hombre que se está batiendo el cobre en cuestiones económicas en esta campaña, parece destinado a ministro de Hacienda. Y Paco Conde, número uno de la lista del PP por Lugo y mano derecha e Feijóo en la Xunta de Galicia, donde fue conselleiro de Industria y Economía, tiene todas las papeletas para ir a Industria. Por último, Pablo Vázquez, presidente de la Fundación Reformismo 21, que ha elaborado el programa económico del PP y a la que, por cierto, pertenece Garicano, es el candidato para la Oficina Económica de Moncloa.