Crisis sanitaria

El coronavirus pone en riesgo el boom del coworking: menos trabajadores y más medidas de seguridad

El coronavirus pone en riesgo el boom del coworking: menos trabajadores y más medidas de seguridad
Oficina

La crisis del coronavirus se ha convertido en una una zancadilla para los espacios de coworking. La compañías del sector pueden seguir abiertas por ley durante el estado de alarma para atender a los trabajadores que prestan servicios esenciales. Sin embargo, ya no se celebran reuniones ni eventos, y la afluencia ha bajado considerablemente.

Muchos usuarios freelance ya han comenzado a darse de baja del servicio. Unos por miedo al contagio y otros porque les supone un gasto extra que no pueden asumir. «Llevo dos años trabajando en un espacio de coworking de Madrid, pero me estoy quedando sin clientes, y no podré seguir haciendo frente al alquiler del espacio. No me queda otro remedio que trabajar desde casa las próximas semanas. Dentro de unos meses veremos si no tengo que cerrar», dice a OKDIARIO Juan, un joven autónomo dedicado al marketing. Como él, muchos más.

La incertidumbre también se siente en las empresas de coworking. «Hace una semana comenzaron a llegar las primeras bajas, pero esperamos que sea algo puntual. El mayor daño lo notamos en las salas de alquiler para eventos, que suponen casi un 40% de nuestros ingresos», destaca a este periódico un pequeño centro de la capital.

Las compañías más grandes resistirán mejor el golpe, ya que los clientes son grandes firmas con  contratos de larga duración. Es el caso de Loom, que reconocen que la ocupación de sus centros ha bajado menos de un 2%, debido a que su cartera de clientes incluye a nombres como Ferrovial, HP o la Comunidad de Madrid.

Además, muchas de esas grandes empresas han recurrido a los espacios de trabajo flexible como alternativa para dividir a sus empleados y evitar posibles contagios.

Las medidas de seguridad

Los usuarios que acuden a trabajar a los espacios de coworking durante el estado de alarma lo hacen con más medidas de seguridad que antes. La higiene de los centros se ha extremado, la distancia de seguridad es de al menos un metro y se han ampliado las precauciones con la entrega y recogida de paquetería.

«Hemos aumentado las desinfecciones de las zonas de trabajo; hay una  distancia de un metro entre personas y se ha limitado la interacción entre coworkers, clientes y empleados. Por supuesto, se están siguiendo todas las recomendaciones y protocolos que marcan las instituciones sanitarias que incluye medidas más específicas y restrictivas», confirman a este periódico desde Utopicus,  que mantiene abiertos sus centros en Madrid y Barcelona.

Además, desde Proworkspaces, la asociación que representa a todas las empresas del sector, recuerdan que los centros también pueden reducir y/o limitar el horario de recepción,  instalar paneles protectores para minimizar la exposición del personal o reducir las visitas a lo estrictamente necesario.

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