¡Es el mercado, amigo!

La CNMV no levanta cabeza mientras el mercado español languidece

CNMV
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), la ‘policía de la Bolsa’, es una de las instituciones teóricamente independientes más desprestigiadas de España. A diferencia de otros organismos, no tanto por su sumisión al Gobierno -que también-, sino por los escándalos que protagoniza en el mercado, por el desconocimiento generalizado de su existencia entre el ciudadano medio y por su incapacidad para proteger a los inversores y para dinamizar nuestro mercado, que languidece año tras año.

Esta semana, el Gobierno ha nombrado como presidente un técnico sin conocimientos del mercado (para variar) que se plegará a sus exigencias, Carlos San Basilio, y ha aprovechado la coyuntura para que Carlos Cuerpo se vengue de Escrivá llevándose a su número dos del Banco de España a la CNMV. Pero ningún atisbo de mejoría en la tarea de la institución.

carlos san basilio, cnmv
Carlos San Basilio, nuevo presidente de la CNMV. (Foto: EP).

La CNMV tiene una larga historia de presidentes políticos sin conocimientos ni experiencia en el mercado. Aún se recuerda lo contenta que se puso Elvira Rodríguez el día que descubrió lo que eran los cortos (posiciones bajistas). Esta tendencia se rompió con el nombramiento de Sebastián Albella procedente del despacho Linklaters, donde había llevado numerosas operaciones corporativas. Por fin alguien que sabía cómo funciona el mercado… y le cayeron palos de todos los colores porque iba a tener «conflictos de interés».

Los escándalos de Albella y Buenaventura

En realidad, su mandato empezó muy bien gracias a esta experiencia, pero acabó como el rosario de la aurora con escándalos como tumbar la OPA de Abanca sobre Liberbank, permitir un precio ridículo en la OPA de Mijail Fridman sobre DIA, su decisión de no sancionar a Ana Botín por anunciar el acuerdo para salvar esta empresa de la quiebra sin comunicarlo a la CNMV y con el mercado abierto, o la ocultación de la sanción que había puesto a Josep Borrell por usar información privilegiada en Abengoa.

Albella, CNMV
Sebastián Albella, ex presidente de la CNMV.

Su sucesor, el todavía presidente Rodrigo Buenaventura, fue colocado por el socialista Manuel Conthe y ha tenido una trayectoria similar: empezó ranquilo pero ha acabado acumulando escándalos. El más grave fue el asalto del Gobierno al consejo de Indra el año pasado. Entonces, Buenaventura trató de justificar su decisión de no obligar a lanzar una OPA por el 100% del capital diciendo que hubo «coordinación  pero no concertación», échale guindas al pavo, entre el fondo Amber (dueño de Prisa), la Sepi y la empresa vasca Sapa Placencia, también accionista de la tecnológica española.

Otro escándalo más reciente ha sido el de Grifols, donde Buenaventura también se ha metido en un jardín al abrir expediente tanto a Gotham por manipular la cotización con información falsa y a la propia biofarmacéutica… por las prácticas contables denunciadas precisamente por Gotham y que de hecho provocaron que la propia CNMV le obligase a cambiar su contabilidad. Ambas cosas no pueden ser ciertas al mismo tiempo. Y encima, la SEC de Estados Unidos (que sabe algo más de mercados que la CNMV) ha archivado el caso sin sanciones.

CNMV, Buenaventura
Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV.

Tampoco ha investigado, que se sepa, el caso de uso de información privilegiada por Banca March denunciado por OKDIARIO. Eso sí, se ha metido en una cruzada absurda contra las recompras de acciones, cuando el mercado adora esta remuneración al accionista: el defensor de los inversores contra los inversores.

La herencia de Conthe

Eso sí, todos los presidentes se han hinchado a poner sanciones a pequeños inversores, pequeñas firmas de inversión o pequeñas empresas cotizadas, mientras las grandes se han ido siempre de rositas. Manuel Conthe ya lo reconoció en su día cuando dijo que «la CNMV es fuerte con el débil y débil con el fuerte», aunque no hizo nada para remediarlo.

De hecho, Conthe protagonizó el que probablemente es el mayor escándalo de la historia de la CNMV: la suspensión ‘preventiva’ de la firma de inversión Vetusta en 2007, que dio pie a la ‘operación parqué’: una investigación de la UDEF por una presunta trama de corrupción en el organismo, que finalmente fue archivada por falta de medios de la unidad policial para llegar al fondo del asunto.

Manuel Conthe
El ex presidente de la CNMV Manuel Conthe.

Luego, por supuesto, llegó su tormentosa dimisión por su pelea con Carlos Arenillas (su vicepresidente) a raíz de la filtración de un expediente contra Francisco González en pleno asalto de Sacyr al BBVA. Hoy sabemos que andaba metido Villarejo, cómo no.

Burocracia y lentitud

Pero ninguno de los presidentes de la CNMV ha sido capaz de acabar con los grandes males que aquejan al organismo y que tienen un impacto nefasto en nuestro mercado: una burocracia asfixiante y una lentitud exasperante. De hecho, prácticamente todas las empresas españolas emiten sus bonos en otros países (Países Bajos o Luxemburgo) porque aprueban sus colocaciones de un día para otro mientras que la CNMV tarda meses. Respecto a la burocracia, que se lo digan a las gestoras de fondos de inversión, cuyas normas cambian cada dos por tres.

Sí, es verdad que hay otros factores que espantan a los inversores que son culpa del Gobierno, como la inseguridad jurídica y la fiscalidad, pero la CNMV sí podría mejorar en lo que le compete. Pero siempre hay una excusa: que si es cosa de Bruselas, que si mejora la protección del inversor… pero ningún presidente coge el toro por los cuernos.

Y hablando de esa protección, la CNMV es absolutamente ineficaz para protegerlos de los fraudes, que siguen estallando constantemente: el último es el ‘lobo de Wall Street’ de Madrid. En buena medida, porque los inversores ni siquiera saben que la CNMV existe. Y cuando un organismo es irrelevante, es mejor que desaparezca.

El paradigma del desastre es la página web de la CNMV. Nunca ha sido muy buena, pro ahora es infame. De toda la vida, los comunicados de las empresas se llamaban hechos relevantes y así aparecían en la página. Hace unos años le dio a Buenaventura por dividirlos en «Información privilegiada» y «Otra información relevante», sin que nadie sepa cuál es la diferencia, por lo que cada empresa manda sus comunicados donde mejor le parece. Un caos. Y no hablemos de cómo buscar cosas. Les reto a que encuentren la reformulación de las cuentas de Duro Felguera, por poner un ejemplo reciente.

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