La caída del precio del petróleo provoca quiebras y más de 35.000 despidos en EEUU
La revolución de la producción de petróleo que se ha experimentado en Estados Unidos de la mano de la facturación hidráulica (fracking) puede estar tocando a su fin, especialmente si se mantiene un escenario deflacionista en el precio del crudo. En lo que va de año casi una decena de compañías se han declarado en quiebra o han tenido que recurrir a las fusiones para sobrevivir, despidiendo a más de 35.000 trabajadores.
Compañías como Schlumber, ConocoPihlips, Lufkin Industries, FTS International y el gigante petrolero Chevron han realizado duros ajustes de plantilla en 2015; y Samson Resources, que es la mayor compañía privada de petróleo y gas natural de Estados Unidos ha suspendido pagos, como consecuencia de la imposibilidad de generar rentabilidad con un precio por barril que se sitúa por debajo de los 40 dólares.
La cotización del barril de referencia en Estados Unidos acumula una caída en el último mes del 12%, mientras que en lo que va de año ha sufrido una depreciación del 31%.
El exceso de oferta y la menor demanda por la desaceleración de las economías emergentes (con China a la cabeza) están detrás de este hundimiento del precio del crudo. Las compañías productoras de EEUU luchan para reducir costes y ganar rentabilidad en un entorno hostil, en el que países como Arabia Saudí inundan de petróleo el mercado para intentar reducir los márgenes de sus competidor norteamericano, en una guerra económica que continuará en 2016.
La OPEP espera que se produzca un cambio de tendencia que logre impulsar el precio del barril hasta los 80 dólares en 2020, según refleja el cartel en su último informe de previsiones. Los países agrupados en esta organización confían en que se produzca una mayor demanda lo que, unido al menor repunte estimado en la producción “no OPEP”, reducirá la sobreoferta.
No obstante, la agencia de calificación Moodys no está de acuerdo en este diagnóstico y ha decidido rebajar sus estimaciones de precios para los próximos años. A su juicio el barril West Texas, de referencia en EEUU, cerrará 2016 en los 40 dólares, ocho dólares menos de lo que fijaba la agencia en su última revisión. Moody´s cree que en 2017 el precio del barril será de 45 dólares.
A este respecto la Agencia Internacional de la Energía (AIE) considera que el levantamiento de las sanciones a Irán generará un importante aumento de la producción de petróleo, en concreto de 730.000 barriles diarios. Este será un factor que presionará aún más a la baja el precio del petróleo.
Los datos de la Energy Information Administration (EIA) de Estados Unidos indican que la producción mundial de petróleo actual supera al consumo en 1,7 millones de barriles diarios, lo cual supone un nivel superior al registrado en la crisis de los tigres asiáticos de los años noventa del pasado siglo y al contabilizado en la Gran Recesión. La EIA espera que en 2016 la demanda sea inferior a la producción en 0,6 millones de barriles diarios.