Bruselas quiere movilizar 43.000 millones para convertir a la UE una potencia en producción de chips
La Comisión Europea ha presentado este martes una serie de medidas con las que aspira a movilizar hasta 43.000 millones de euros en inversiones públicas y privadas -de los que 30.000 millones están previstos en el presupuesto europeo y planes nacionales–, con el objetivo de que la Unión Europea se convierta en una potencia en la producción de semiconductores capaz de cubrir el 20% de la demanda mundial en 2030.
En concreto, Bruselas pretende sumar 11.000 millones de euros en inversiones públicas y privadas tanto de la UE como de países terceros para potenciar la investigación y desarrollo de la tecnología más avanzada en territorio comunitario, proyectos piloto para la creación de prototipos y reforzar el sector europeo.
También cuenta con cerca de 30.000 millones de euros procedentes de partidas ya previstas en el marco presupuestario de la UE hasta 2027 y el fondo de recuperación anticrisis. Además, la Comisión plantea la creación de un fondo específico dotado con 2.000 millones de euros para ayudar a las empresas emergentes del sector a asentarse y crecer.
«El objetivo primero es, a corto plazo, aumentar nuestra resistencia ante futuras crisis anticipándonos y evitando problemas en la cadena de suministro. En segundo lugar, a medio plazo, el objetivo es hacer de Europa una industrial líder en este mercado estratégico», señaló la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una comparecencia sin preguntas ante la prensa.
La Unión Europea, que actualmente fabrica en torno al 9% de la producción mundial de semiconductores, deberá «cuadruplicar» su capacidad de producción para lograr el reto de acaparar el 20% de la demanda global en el horizonte de 2030, ha añadido.
Más tarde, en una rueda de prensa, la vicepresidenta comunitaria responsable de Competencia, Margrethe Vestager, advirtió de la necesidad de no depender más de «un único país o una sola empresa» para garantizar el abastecimiento de esta tecnología clave en todo tipo de producciones y cuyo desabastecimiento, sobre todo tras la pandemia, ha obligado a parar temporalmente la actividad en diversas industrias europeas.