La banca extranjera también carga contra Sánchez: «El nuevo impuesto es malo para España»
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no sólo está recibiendo críticas de los bancos españoles por el nuevo impuesto que pretende aplicar al sector financiero y recaudar 3.000 millones de euros en dos años. También la banca extranjera advierte sobre la medida: «Es mala para España».
La gran banca extranjera, europea y estadounidense, analiza en estos momentos cómo le puede afectar el impuesto aprobado por el Gobierno español sobre el sector financiero.
Entidades como la francesa Société Generale, la alemana Deutsche Bank, la suiza Credit Suisse o la estadounidense Goldman Sachs, con presencia en España, podrían verse afectadas por el nuevo gravamen.
La proposición de Ley presentada ayer jueves en el Congreso por el PSOE y Unidas Podemos sobre los nuevos impuestos a la banca y al sector energético, no hace distinción entre entidades nacionales y extranjeras.
De acuerdo al texto de la proposición de Ley, «las entidades de crédito y establecimientos financieros de crédito cuya suma de ingresos por intereses y comisiones (…) correspondiente al año 2019 sea igual o superior a los 800 millones de euros deberán satisfacer durante los años 2023 y 2024 el gravamen temporal regulado en la presente disposición».
«Lo estamos mirando, no lo tenemos claro todavía», comentó el jueves por la tarde el primer ejecutivo de la filial española de uno de los mayores bancos extranjeros presentes en España. «Es una mala idea, una medida aprobada con nocturnidad y alevosía», añadió. «El nuevo impuesto es malo para España, daña al sistema financiero del país, resta crédito», afirmó.
«No creo que afecte a banca no minorista», consideraron fuentes cercanas a otro gran banco extranjero, «es un impuesto por comisiones bancarias…». En todo caso, las mismas fuentes señalaron que se está analizando la cuestión «aunque no sabemos si también lo tienen claro en el PSOE y en Unidas Podemos».
Entre los temores de la banca extranjera figura también la posibilidad de que otros Gobiernos europeos copien a Sánchez y planteen igualmente un nuevo impuesto a la banca, coincidiendo con la reciente decisión del Banco Central Europeo de subir los tipos de interés.
Desde el BCE se indica que será el Banco de España el organismo encargado de hacer seguimiento del impacto de la aplicación del nuevo impuesto al sector financiero. Pero recuerdan que ya en 2019 se pronunció sobre medidas de este calado a raíz de la aprobación de un gravamen a la banca en Lituania.
En esa ocasión, el BCE advirtió que el impuesto impondría «cargas indebidas a los bancos, lo que dificultaría la provisión de crédito con un efecto dominó en el crecimiento de la economía real». Además subrayó que una medida de este tipo «debe ser precedida por un análisis exhaustivo de las posibles consecuencias negativas para el sector bancario» y que podría dar lugar «a que los bancos ofrezcan condiciones menos favorables a sus clientes y puede inducir a ciertos bancos a reducir la disponibilidad de crédito creando incertidumbre».
En el caso del nuevo impuesto a la banca anunciado por Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, en el Debate del estado de la nación, «análisis exhaustivo» no parece que haya habido.