Audi y Renault encabezan el frenazo de los beneficios en una industria del automóvil que se ahoga
El sector automovilístico no pasa por su mejor momento y los resultados empresariales del primer semestre, publicados a lo largo de la semana, no hacen más que confirmar la tendencia negativa que siguen estas compañías. Estos resultados confirman tanto la desaceleración de la economía a nivel global, que comienza a frenar el consumo, como las dificultades a las que se enfrentan las marcas de coches ante el avance de los vehículos eléctricos y la guerra comercial.
Dentro de las diferentes firmas que han publicado sus resultados estos días se encuentra Audi. La empresa ha recortado su beneficio un 17% lastrada por la caída del mercado a nivel global y la entrada en vigor del ciclo de homologación WLTP, en septiembre de 2018, que motivó retrasos en la homologación de algunos modelos. Junto a ella otra de las principales marcas afectadas ha sido Renault. El beneficio del grupo francés ha caído un 50% por la caída de las ventas en países como Francia, Turquía o Argentina y también por la reducción en la demanda de motores diésel.
El fabricante alemán Volkswagen ha incrementado su beneficio un 7,4% pero ha alertado de una caída en las matriculaciones de sus coches de casi un 4%. La compañía ha destacado que el sector se encuentra en un ‘entorno difícil’. Otro ejemplo de la crisis del sector, es el caso de Mitsubishi. La firma japonesa ha anunciado una reducción de sus beneficios de un 67% junto con el caso del grupo Skoda, que pese a incrementar su beneficio en un 0,3% remarcó la ‘incertidumbre que rodea al mercado automovilístico’.
A esta tendencia se ha unido también el fabricante de vehículos deportivos alemán, Porsche, que ha reducido su beneficio en el primer semestre de 2019 un 23%. Según la compañía esto se ha debido a las alteraciones en las emisiones de algunos vehículos diésel de la corporación.
Despegue de los eléctricos
De este modo, el sector automovilístico está viendo cómo tanto la desaceleración de la economía afecta al consuno de las familias, como los vehículos eléctricos ganan terreno a los automóviles tradicionales. Solamente en España, la venta de coches eléctricos se duplicó en los seis primeros meses del año, mientras que los coches tradicionales acumulan diez meses de datos a la baja. En junio de 2018 el número de ventas de vehículos eléctricos experimentó un crecimiento de un 166% respecto al mismo mes del año anterior, siendo Tesla el modelo más popular del mercado.
Junto a los malos resultados presentados por el sector, las marcas convencionales registran también ligeras caídas en Bolsa. La firma francesa, Renault, ha perdido en la Bolsa de París en los seis primeros meses un 1,5%, junto con la japonesa Mitsubishi que ha hundido su cotización más de un 15% en este 2019.