Así será la España de PSOE y Sumar: menor inversión extranjera y más impuestos
La permanencia en el poder sin una mayoría clara siempre tiene un coste político pero sobre todo, uno económico. Una afirmación que no se aplica a Sánchez y compañía. Recordemos que este presidente ha dilapidado lo que en España es muy difícil o casi imposible de conseguir: demostrar que un político ha robado dinero público y hacerle responder con su patrimonio. Cuando por fin el Supremo condena por malversación a los huidos del procès, Sánchez acepta su indulto a cambio seguir en Moncloa. Y el roto que lo pague otro, el de siempre, el que madruga y cumple la Ley: el ciudadano.
Ahora llega al frente del Ejecutivo una izquierda que prefirió sellar la muerte del PSOE a firmar la primera gran coalición de la Democracia. Y mientras, el ciudadano a pasar hambre. De hecho son ya 9,7 millones de españoles los que están en riesgo de pobreza. Y ojo, que eso no significa vivir debajo de un puente y pedir limosna: basta con no llegar a fin de mes, no permitirse al menos una semana de vacaciones al año o no mantener la casa a una temperatura adecuada. A los que se creían clase media les empieza a sonar familiar esta triste realidad. Se llama socialismo made by Sánchez.
Las patronales de empresarios coinciden en que la nueva legislatura traerá «mayor fiscalidad e inestabilidad». Entre bambalinas nos cuentan que el rechazo a este nuevo Gobierno es «unánime». Las grandes, medianas y pequeñas empresas desconocen qué nuevos impuestos les aprobarán -algunos ya están en pérdidas por incrementarles la presión fiscal- y cuántos despidos comportarán esas subidas. De hecho, más de un titán del Ibex ya está pensando en marcarse un Ferrovial e irse de España. Esto no es una opinión, esto es lo que nos confiesan sin pelos en la lengua a los que seguimos la información económica.
Y aunque dice el refrán que perro viejo no aprende trucos nuevos, este hará lo imposible, si es que lo imposible es posible, por aguantar en el poder. No olvidemos que los socialistas llevan meses negociando la amnistía con los golpistas, los de dentro y los fugados. Que estamos ante el mejor estratega de la Historia reciente y que menos aprecia su Nación. Que tiene a organismos públicos y Constitucional controlados. Que se acerca la discusión de las cuentas públicas y que ya no esperan a las leyes ómnibus de enero para colarnos nuevos tributos. Prueba de ello, el impuestazo a grandes energéticas, bancos y a grandes fortunas de finales del año pasado, aprobado sin consenso parlamentario y sin dictámenes de los órganos independientes, gracias a una tramitación urgente y extraordinaria.
Porque Sánchez, azuzado por un apéndice que dice sumar, prefiere recaudar más y no deflactar la tarifa estatal del IRPF. Porque alarga la rebaja del IVA a una lista de alimentos donde no hay ni carne ni pescado. Porque asegura que ayudará a que las empresas vuelvan a Cataluña, cuando éstas no sólo amenazan ya de irse de dicha región, sino de España. Porque más SMI y menos horas de trabajo a la semana, conllevarán más precariedad para el que conserve el empleo o su despido, si la empresa no puede permitirse pagar más por menos. Porque la España del PSOE y Sumar no acarreará una mejora de la situación económica y social, sino una huida de capital directamente proporcional a las medidas que aprueben, también del capital humano. Esperemos no construyan un muro para el que desee largarse.