Así es la carretera italiana en la que los coches eléctricos se cargan solos
La autonomía, la falta de infraestructura en carretera y los tiempos de carga de los coches eléctricos son los principales aspectos que hacen que los consumidores no se decanten por la compra de un coche cero emisiones. Unos problemas para los que Fiat ya ha encontrado solución con la construcción de una carretera capaz de recargar las baterías de cualquier tipo de vehículo propulsado por un motor eléctrico sin necesidad de un cable o un punto de recarga. Un circuito cerrado de 1.050 m de longitud ubicado en la localidad italiana de Brescia con sistema de bobinas bajo el asfalto alimentados por una potencia de 1 MW.
Un proyecto fruto de la colaboración entre Stellantis y A35 Brebemi -una empresa filial del grupo mexicano Aleatica- varias universidades, centros de investigación y organismos públicos italianos que promete cambiar el futuro de la movilidad e impulsar la transición hacia el coche eléctrico. Una idea que da el salto del cuatro de juegos con los ‘coches de slot’ -conocido popularmente como Scalextric- a la realidad en la Arena del Futuro, pero sin ranuras metálicas para que los vehículos puedan cargar la electricidad.
Este innovador circuito de pruebas, considerado como uno de los 100 Mejores Inventos del Año 2021 por la revista Time, recurre a la tecnología de la transferencia inalámbrica de energía, también conocida por sus siglas en inglés, DWPT. Un sistema de bobinas bajo el asfalto, alimentados por una potencia eléctrica de 1 MW, proporcionan la energía suficiente a través de un receptor para alimentar la batería de todo tipo de vehículos, desde turismos sin la necesidad de una estación de carga para cargar la batería.
OKDIARIO se ha subido al volante de un Fiat 500, uno de los iconos de la movilidad, para vivir en primera persona como serán las carreteras en los próximos años. En los rangos de velocidad en los que se circula habitualmente por autopista, el Cinquecento no sólo ha recibido electricidad desde la carretera, sino que, además, esta energía ha sido suficiente para no tener que consumir electricidad de su propia batería, lo que ha provocado que la autonomía del vehículo no se reduzca.
Adiós a las preocupaciones al volante
De este modo, la tecnología DWPT demuestra ser una alternativa para apoyar la descarbonización y la sostenibilidad en el mundo del automóvil, al reducir drásticamente algunas de las mayores preocupaciones de los usuarios de vehículos eléctricos: la autonomía y los tiempos de carga. La eficiencia del flujo de energía que va desde el pavimento hasta el automóvil es similar a la que se puede encontrar en las estaciones de carga rápida.
La Arena del Futuro utiliza corriente continua en lugar de corriente alterna, ya que reduce pérdidas de potencia y asegura una integración directa con la electricidad que proviene de fuentes renovables, sin necesidad de tener que convertirla a corriente alterna. Además, permite el uso de cables de aluminio, más delgados, ligeros y fáciles de reciclar que los de cobre.
Asociada a innovaciones como el 5G, el Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial, la transferencia inalámbrica de energía abre un mundo de posibilidades de intercambio de información entre los vehículos y las infraestructuras que también se podría aplicar a puertos, aeropuertos y aparcamientos públicos para cargar coches eléctricos a través de una carretera.