Crisis empresarial

Antolín, otra gran empresa española en apuros: debe refinanciar 780 millones de deuda con tipos al 12%

Antolín
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Grupo Antolín, el mayor fabricante de componentes para automóviles de Europa, se encuentra en una situación muy delicada: debe refinanciar 780 millones de deuda en los próximos meses y el mercado le está exigiendo tipos de hasta el 12% para hacerlo. Además, los bancos acreedores no son proclives a renovar todos sus créditos por la debilidad de sus cuentas.

De esta forma, Antolín sigue a Abengoa, Celsa (que acabó en manos de los fondos acreedores) y Duro Felguera (cuyo futuro es más que incierto) en la lista de grandes empresas españolas en dificultades por exceso de deuda.

«El problema de Antolín es que no ha recuperado las ventas ni los márgenes que tenía antes de la pandemia mientras que la deuda sí se ha incrementado. Tiene 1.900 millones de deuda con un Ebitda [beneficio operativo bruto] pobre, que no se convierte en caja porque lo necesita para pagar intereses y hacer inversiones. Y si ahora reestructuran la deuda, la carga financiera se va a disparar», explican fuentes conocedoras de la situación de la empresa.

En el primer trimestre de 2024, la compañía incrementó su Ebitda un 20% hasta 83 millones, un crecimiento notable pero que deja este resultado por debajo del que tenía antes del covid. Aunque redujo sus pérdidas, sigue teniendo números rojos de 3,3 millones a nivel de resultado atribuido.

Las ventas bajaron un 10% hasta 1.039 millones, algo que la empresa achaca a la caída de las ventas de coches y a las paradas de producción de muchos fabricantes. Pero lo más importante es que tuvo un flujo de caja negativo (salida de caja neta) de 54 millones en el trimestre.

Y con esos números, Antolín debe hacer frente a una deuda de más de 1.900 millones, de los que 1.259 son la deuda que la empresa computa para sus inversores y el resto son préstamos con el BEI, leasings y factoring. Lo urgente son 780 millones vencen en 2026 y quiere refinanciar en los próximos trimestre: 250 millones en bonos con vencimiento en abril de ese año y 530 millones de un crédito sindicado que finaliza en marzo por varios bancos.

Un portavoz de la empresa afirma que «Antolín espera que el proceso de refinanciación concluya con éxito en los próximos meses. Antolín está centrado en su plan de transformación que tiene como objetivo mejorar el Ebitda y los márgenes, así como la generación de caja. En el primer trimestre del año, logró una importante mejora de su rentabilidad con un margen operativo del 8%, dos puntos porcentuales más, gracias a las medidas de eficiencia y al estricto control de los costes.  Además, va a realizar determinadas desinversiones de activos por valor de 150 millones que permitirán reforzar el balance».

Además de esos 780 millones, Antolín tiene otra emisión de bonos de 380 millones que vence en 2028. La deuda bancaria se completa con otros 90 millones en líneas de crédito y 15 millones en préstamos. A eso hay que sumar 100 millones con el BEI que preside Nadia Calviño y 10 millones con Cofides. Por último, tiene unos 240 millones en leasings y 300 millones en factoring. En total, algo más de los 1.900 millones citados.

Las refinanciaciones de 2026

Como se ha dicho, lo más acuciante son los vencimientos de 2026. Respecto a los bonos, tenían un plazo de 5 años y un tipo de interés del 3,5%. Ahora, Antolín los está renovando (roll-over en la terminología técnica que usa la empresa) por otros cinco años, pero los inversores exigen elevar esos intereses hasta niveles de entre el 10% y el 12%, según fuentes del mercado. Lo cual supone una carga de 25 millones al año, como mínimo, sólo en intereses de esos bonos.

En cuanto al crédito sindicado, la empresa ha propuesto a los bancos acreedores una refinanciación de esos 530 millones con un tipo de Euribor más 4 puntos, el doble de diferencial del que tiene ahora (2 puntos). Ese tipo, a los niveles actuales, se queda muy cerca del 9%. Es cierto que se espera que el BCE siga bajando los tipos tras la primera rebaja de este mes, pero los descensos serán menores y más prolongados en el tiempo de lo que se esperaba. Y, en consecuencia, pasará lo mismo con el Euribor.

Pero ni siquiera con esa subida de los intereses todos los bancos están dispuestos a renovar su parte del crédito, sino que algunos quieren reducir su exposición, según las fuentes. Los principales acreedores de este crédito son CaixaBank y Santander, con unos 110 millones cada uno, seguidos por BBVA con 60 millones, Sabadell con 55, HSBC con 40, el ICO con 40, BNP Paribas con 30, y ya con paquetes más pequeños aparecen Bankinter, Banca March, Credit Suisse, Deutsche Bank y Société Générale.

«La compañía tiene una cartera de pedidos para los próximos cuatro años por valor de 20.000 millones, que aseguran un crecimiento rentable, sostenido y diversificado a medio plazo», añade el portavoz de la empresa.

Sea como fuere, Antolín va a tener dificultades para salvar los vencimientos más urgentes de deuda y, en todo caso, va a tener que disparar sus gastos financieros para pagar unos intereses mucho más altos. Y a más largo plazo, si no mejoran sus resultados y, sobre todo, su generación de caja, será muy complicado que haga frente al total de su deuda.

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