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Altri, el BNG y el freno a la industrialización de Galicia

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Benjamín Santamaría
  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

Hola, soy Benjamín Santamaría y mi tierra, Galicia, está en peligro. La multinacional Altri está tratando de poner en marcha una enorme fábrica de celulosa que permitirá crear 3.700 empleos y que cuenta con una inversión de 900 millones de euros. Sin embargo, el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) y su órbita busca frenar esta industria. Esto no es nada nuevo. Desgraciadamente, es bastante común. El partido, que en otras cuestiones tiende a la extrema izquierda, se convierte en primitivista y ultraconservador cuando se habla de industrializar Galicia.

Y esta es la paradoja que tenemos en mi tierra. Es más, no sólo se ve en los casos referidos al desarrollo económico. El Bloque recae en ideas ultraconservadoras cada vez que le conviene. Sucede con la lengua. Lo más aberrante que puede pasar para el BNG es que el gallego se pierda.

Ojo, yo soy el primero que ve con preocupación la desaparición del gallego, pero soy abiertamente conservador. Me preocupa que se pierda una parte muy importante del ser gallego y me gustaría que el uso del idioma no sólo no fuera a menos, sino que se incrementara.

Ahora, para alguien que se sitúa en la extrema izquierda del tablero político, que se adscribe a lo que ahora llamamos woke y que defiende todas las causas del progresismo internacional, es un poco raro que tenga estas derivas ultraconservadoras.

Derivas que se hacen preocupantes cuando se convierten en regresión económica y deriva hacia la pobreza más absoluta. Para mí, un galleguista tendría que defender que Galicia se enriqueciera, que tuviera más industria, más capacidad para tomar decisiones e influir en el mundo. Por mi parte, como galleguista, deseo lo mejor para mi tierra.

El BNG está en otras. Cada vez que se abre una fábrica, que se explota un recurso natural o cualquier cosa similar; los bloqueros se transforman en algo cercano al ludismo o al anarcoprimitivismo. Se convierten en firmes defensores de la economía retrógrada.

La importancia de Galicia en España

En Galicia tenemos suerte. Contamos con la empresa que tiene más capitalización del Ibex 35, la persona que tiene más porción del principal selectivo español en propiedad (Amancio Ortega), grandes compañías como Hijos de Rivera, Abanca… La primera y la quinta fortuna más grande de España están en nuestra comunidad autónoma.

En el ámbito político, una gallega preside el Banco Europeo de Inversiones (BEI) de la Unión Europea, una gallega es ministra de Trabajo, el líder de la oposición es gallego, el PSOE lo fundó un gallego, el PP también, Sumar también y Vox el nieto de uno. Hasta el debate político madrileño ha girado en torno a una gallega, Isabel Zendal, un personaje histórico cuyo origen tengo la suerte de compartir: el municipio de Ordes.

Esto debe servir para seguir expandiéndonos. Es un punto de partida para continuar siendo referentes en España y en el mundo. Sin embargo, el BNG, pese a creerse los adalides de la galleguidad, sólo ponen trabas, aun sin tener poder ninguno, a la industrialización de Galicia.

La fábrica de Altri es sólo el enésimo ejemplo de la falta de interés por Galicia del BNG. Va a generar 7.522 millones de euros al Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad autónoma, va a crear 500 puestos de trabajos directos y 3.108 indirectos en mi región. ¿Cómo podemos oponernos a tal cosa?

Una fábrica que, además, va a generar toda esta riqueza y empleo en una zona cada vez más abandonada. La tumba de Don Álvaro Cunqueiro reza eso de Eiquí xaz alguén que coa sua obra fixo que Galicia durase mil primaveras máis. Pues yo he de decir, refiriéndome a Altri: «Eiquí hai unha empresa que coa súa obra quere que Galicia dure mil invernos máis». Porque trae industria, poder económico y futuro para una zona olvidada.

No necesitamos un Altri, necesitamos mil Altris. Cientos de empresas que vengan a invertir a Galicia, que nos den capacidad productiva, grandes sueldos, generación de valor añadido… Sólo así evitaremos que nuestros paisanos tengan que emigrar como hemos tenido que hacer muchos.

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