Aena dejará de ingresar 500 millones por la condonación del alquiler de las tiendas de los aeropuertos
El gestor aeroportuario sigue negociando con los inquilinos que han rechazado su oferta
Aena negocia “cliente a cliente” los alquileres comerciales ante la escasa liquidez de las empresas
Aena sufrirá duramente en sus cuentas de 2020 la condonación de parte del alquiler de los inquilinos comerciales de los aeropuertos españoles: dejará de ingresar unos 480 millones de euros por esta medida, según cálculos preliminares. El operador continúa negociando con una parte de estos operadores comerciales (tiendas, restauración y servicios financieros) que se han negado a aceptar su propuesta, sobre la base de que el sacrificio derivado del desplome de viajeros por el Covid no puede recaer únicamente en Aena, ya que no es responsable de la crisis, sino que este debe ser compartido.
Según fuentes conocedoras de la situación, Aena tenía previsto recaudar en torno a 800 millones el año pasado por la llamada renta mínima garantizada anual. Debido al covid, la compañía decidió condonar el 100% de esa renta a sus inquilinos durante el primer estado de alarma (del 15 de marzo al 20 de junio) y, a partir de ahí, el 50% hasta fin de año; a efectos prácticos, eso supone una rebaja del 60%. Aplicado a los 800 millones, se obtiene una pérdida de ingresos de 480.
Este recorte se sumará a la fuerte caída de las tasas aeroportuarias que Aena cobra a las compañías aéreas, ya que el tráfico de pasajeros cayó en un 72,4% el año pasado debido a la pandemia. En todo caso, la previsión de 800 millones de ingresos por la citada renta mínima garantizada ya suponía una reducción del 35% respecto a los 1.241 millones que facturó por ese concepto en 2019. En condiciones normales, los comercios pagan un variable sobre las ventas que suele superar esa renta mínima.
La condonación puede ser mayor
Ahora bien, el cálculo de 480 millones menos parte de la base de que esa es la condonación que se va a aplicar a todos los inquilinos, cosa que está lejos de cerrarse. Como ha venido informando OKDIARIO, solo un 40% de los operadores comerciales -entre ellos Inditex- ha aceptado estas condiciones, mientras que el 60% restante pide una mayor quita. Entre los ‘rebeldes’ se encuentran gigantes como Dufry, Areas, SSP, Ibersol y numerosas pymes. Lagardère o WHSmith aún siguen negociando.
De momento, Aena les ha remitido una factura sin quita (es decir, por el 100% de la renta mínima garantizada) como elemento de presión. Y hay varias demandas judiciales por este asunto con resultados dispares -unas que dan la razón a Aena y otras, a los inquilinos- en función del juzgado de primera instancia al que le corresponda. La empresa ha alargado su quita del 50% hasta septiembre de este año.
Los arrendatarios de los espacios comerciales entienden que no pueden pagar ni siquiera el 50% del alquiler, dado que su facturación esta bajo mínimos en la situación actual de tráfico aéreo, por lo que exigen una quita mayor. Y añaden que Aena no está sometida al Real Decreto 35/2020 de medidas de apoyo al sector turístico, la hostelería y el comercio, que es el que ha tomado como referencia para su propuesta la compañía que todavía preside Maurici Lucena (que será vicepresidente económico de la Generalitat si Salvador Illa forma Gobierno tras las elecciones catalanas del próximo domingo).
En cambio, Aena considera que se trata de una oferta muy generosa pero que tiene en cuenta la necesidad de compartir el coste de la crisis, ya que no hay ninguna razón por la que lo tenga que asumir ella en solitario. Además, recuerda que el Estado posee el 51% del capital del holding aeroportuario y que, si una empresa siempre se debe a sus accionistas, con mayor razón si estos son todos los ciudadanos. Eso, sin contar que los impuestos que paga Aena serán menores cuanto más bajos sean sus ingresos y su beneficio.
Negociaciones «cliente a cliente»
Distintas fuentes creen que finalmente se llegará a un acuerdo entre las dos partes porque a ninguna le interesa mantener esta guerra con vistas a la normalización de los viajes en los próximos meses, una vez que se haya generalizado la vacunación en todos los países. Y añaden que tampoco les interesa enzarzarse en un conflicto judicial que puede tardar años en resolverse. De momento, el 2 de febrero se activó el mes de pago voluntario que aparece siempre en los contratos y que finaliza el próximo 4 de marzo, plazo en que todavía se pueden alcanzar acuerdos.
De ahí que Aena se haya embarcado en una negociación individual «cliente a cliente», parafraseando al Cholo Simeone, para tratar de llegar a acuerdos con cada uno lo antes posible. En esa negociación, la compañía está ofreciendo ventajas adicionales, como la prórroga de los contratos por varios años más, aunque no una ampliación de las quitas.
Las fuentes consultadas creen que, en algunos casos, el gestor de los aeropuertos no tendrá más remedio que acceder a una quita mayor porque le interesa más mantener los contratos con algunos de sus mejores inquilinos, algo a lo que Aena se niega rotundamente de momento porque, en ese caso, crearía un agravio comparativo con los que han aceptado su propuesta y se generaría una bola de nieve inmanejable.
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