Adiós a tu paga extra: esto es lo que van a hacer con tus dos sueldos extra y no hay marcha atrás
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Cuando llega el verano, y también en la época navideña, la paga extra se convierte en un pequeño incentivo económico para muchos trabajadores. Esa inyección de dinero extra en junio o diciembre no sólo ayuda a cuadrar las cuentas, sino que se ha convertido en algo que damos por sentado si nuestro sueldo, es de 14 pagas. Sin embargo, ese sueldo extra puede anularse o de hecho, se puede cambiar de modo que el trabajador lo sigue recibiendo pero de distinta forma.
Cada vez más convenios están optando por integrar la paga extra, como la de verano, en las nóminas mensuales. Lo que significa, en la práctica, que muchos empleados ya no verán ese extra puntual, sino que su salario mensual será algo más alto todo el año. Algo que ya cobran aquellos trabajadores con un sueldo prorrateado en 12 pagas, pero que conviene conocer bien si hasta la fecha siempre has podido disfrutar de pagas extra.
Esta forma de proceder está contemplada por la ley, es perfectamente legal y, en muchos casos como decimos, ya está implantada. Pero eso no quita que muchos trabajadores se sientan confundidos o incluso decepcionados al no recibir su ansiada paga extra. Vamos a explicarlo con calma, para entender qué dice la ley y qué está ocurriendo realmente con nuestros sueldos.
Qué dice el Estatuto de los Trabajadores sobre las pagas extra
El artículo 31 del Estatuto de los Trabajadores es claro: todos los empleados tienen derecho a dos gratificaciones extraordinarias al año, normalmente vinculadas a fechas clave como Navidad y verano. Es decir, por defecto, el salario anual debe repartirse en 14 pagas, no en 12. Sin embargo, existe una salvedad que lo cambia todo: el prorrateo.
El prorrateo consiste en distribuir el importe de esas dos pagas extraordinarias entre los doce meses del año. Así en vez de recibir una nómina más abultada en junio y diciembre, el trabajador recibe una cantidad algo mayor cada mes. El resultado, sobre el papel, es el mismo: el mismo salario anual. Pero psicológicamente, el impacto no es igual. No tener esa extra visible puede sentirse como una pérdida, aunque no lo sea en términos contables.
Eso sí, no es una elección personal del trabajador. Esta decisión depende del convenio colectivo que regula la relación laboral en cada sector o empresa. Si el convenio establece que las pagas extras deben prorratearse, se hará así, sin posibilidad de que el empleado opte por recibirlas por separado. Lo mismo ocurre a la inversa: si el convenio no contempla el prorrateo, las pagas deben abonarse aparte.
Cada vez más convenios optan por el prorrateo
Lo que está ocurriendo en los últimos años es un incremento progresivo de convenios colectivos que optan por la modalidad de prorrateo. En parte, se busca dar mayor previsibilidad a las empresas y suavizar el impacto de esos pagos concentrados. Desde el punto de vista empresarial, prorratear ayuda a repartir cargas salariales y evitar tensiones de tesorería en junio o diciembre.
Además, desde ciertas posiciones del Gobierno, como la del Ministerio de Trabajo y Economía Social, se defiende que este modelo facilita una distribución más justa y constante de los ingresos. Según esta visión, el salario mensual más elevado contribuye a una mejor planificación financiera por parte del trabajador, en lugar de depender de dos momentos puntuales del año.
¿Qué puedes hacer si quieres seguir recibiendo tus pagas extra por separado?
Aquí llega la parte que menos suele gustar. Como ya hemos mencionado, no puedes elegirlo individualmente. Si el convenio establece el prorrateo, ese será el sistema que se aplique a toda la plantilla. La empresa no está obligada a ofrecer ambas modalidades ni a negociar de forma individual. Sólo en convenios que no lo regulen se mantendrán las pagas extras como ingresos diferenciados en junio y diciembre.
Esto significa que el trabajador no tiene margen de maniobra para decidir cómo quiere recibir ese dinero. Ni aunque lo solicite. Lo que sí puede hacer, en ciertos casos, es consultar su convenio colectivo, verificar si está vigente o ha cambiado recientemente, y hablar con el comité de empresa o representantes sindicales si considera que hay alguna irregularidad.
En definitiva, aunque la paga extra no desaparece, sí está siendo reconfigurada en la práctica. Ya no es tanto un ingreso especial como un fragmento más del sueldo mensual. Esto puede gustar o no, pero es una realidad que está avanzando, y que probablemente siga extendiéndose en los próximos años.
Por eso, conviene estar informado y revisar con detenimiento el contenido del convenio colectivo que se aplica en tu empresa. La forma en la que cobramos puede cambiar, pero conocer bien nuestros derechos es la única forma de no llevarnos sorpresas y de mantener el control sobre nuestra economía personal. En el caso de que cambie tu convenio y te cambien el modo de cobro de la paga extra, deberás también ser informado a través de la empresa.