El gran reto de Xavi: arreglar una ruina de 300 millones
Philippe Coutinho y Ousmane Dembélé le costó al Barça casi 300 millones de euros, ambos se han devaluado al extremo y se pueden ir gratis
La condena de Dembélé: 13 lesiones y la mitad de partidos en la enfermería
El Barça quiere recolocar a Coutinho
Xavi se enfrenta a un reto imposible
La deriva futbolística e institucional que vive a día de hoy el Barça no empezó ayer, no. El declive que esta temporada se está consumando es producto de una gestión desmesurada y errática en las últimas temporadas, sobre todo en la era de Josep Maria Bartomeu al frente de la presidencia del club. Xavi Hernández tiene un reto mayúsculo por delante y quiere borrar de la memoria dos operaciones que hasta la fecha han sido desastres a nivel tanto económico como deportivo. Son los casos de Philippe Coutinho y Ousmane Dembélé, que costaron solo a nivel de traspaso casi 300 millones de euros a las arcas culés.
Dembélé y Coutinho son a día de hoy juguetes rotos del Barça. Jugadores fichados para marcar una época en el club que no llegaron en ningún momento a brillar, a acercarse a un rendimiento mínimo que justificara las grandes cantidades de dinero que se depositaron a Liverpool y Borussia Dortmund para cerrar sus traspasos. Además, los fichajes de ambos futbolistas fueron también a golpe de talonario con respecto a sus contratos.
A su llegada al Barça en enero de 2018, Coutinho pasó directamente a ocupar el tercer escalón salarial más importante del vestuario culé. Tras la marcha de Neymar y la necesidad de encontrar un nuevo figura para el tridente blaugrana, el brasileño fue el fichaje bomba de aquel mercado y pasó a ser el tercer mejor pagado de una plantilla que ya contaba con contratos de vértigo como los de Luis Suárez o Leo Messi. La patada al charrúa en el verano de 2020 tenía más de económico que de deportivo o vejez.
Fue en el mercado previo, en el verano de 2018, cuando se fichó a Dembélé por una suma también rimbombante, 135 millones de euros contando las variables. Era un jugador que ya despuntaba en el BVB pero que no había terminado de eclosionar del cascarón dada su juventud. Fue otro jugador al que se le ofreció un gran contrato, acorde a la suma que se pagó por él, y que como era habitual en aquellos momentos firmaba unos emolumentos que eran ascendentes temporada a temporada, sin necesidad de cumplir objetivos. De hecho, a día de hoy Dembélé tiene uno de los contratos más boyantes del vestuario, uno de los principales hándicaps con los que se ha encontrado la Junta Directiva del Barça para renovar el contrato del francés.
Xavi Hernández cree que puede
A día de hoy el Barça da por perdidos prácticamente a ambos futbolistas. Sus rendimientos en estos últimos años han dado mucho que desear, pero Xavi Hernández ha filtrado a su entorno más cercano que recuperarles es un objetivo posible pese a la falta de creencia de la afición del Camp Nou.
El caso de Coutinho es el más flagrante. En ningún momento llegó a rendir al nivel que mostró en Liverpool y estuvo muy lejos a justificar la fuerte inversión que se hizo por él. De hecho, desde enero de 2018 cuando se cerró su fichaje a finales de 2021, ha disputado poco más de 100 partidos con el Barça. Una cesión infructuosa al Bayern de Múnich, que no abonó la opción de compra que se incluyó, y una lesión que le mantuvo fuera dos tercios de la pasada temporada. En cuanto a Dembélé, sus recurrentes lesiones han impedido que el futbolista dispute más del 50% de los partidos. Todas las temporadas ha tenido algún contratiempo muscular que le ha negado la regularidad. Futbolísticamente es una de las esperanzas del club que se puede ver truncada por su hasta la fecha fallida renovación.
Coutinho tiene aún contrato con el Barça hasta 2023. El brasileño es a día de hoy un jugador venido a menos y con un escaso impacto en una plantilla desestructurada y plagada de juventud y canteranos. Los minutos que ha disputado tras su lesión han dejado ver un jugador que no encaja ni en lo que necesita el Barça ni en lo que requiere el fútbol culé. Un futbolista que llegó a estar tasado en 150 millones de euros a finales de octubre de 2018 y que hoy está tasado en sólo 20 millones de euros, una devaluación de 130 kilos. El Barça, que lo tiene a la venta, tendrá suerte si logra sacarle en enero.
El caso de Dembélé es más preocupante aún. Se lesionó en el primer partido tras regresar de otro largo periodo de baja y vuelve a estar en el dique seco. Mientras, su renovación sigue congelada y acaba contrato en junio, por lo que a partir de enero será libre de negociar un nuevo contrato con otro club, no le faltan novias. A día de hoy, el jugador también se ha visto devaluado aunque no tanto como el brasileño. De los 120 kilos que llegó a valer en febrero de 2018, hoy cuesta solo 50 millones a sus 24 años y el club puede verle marchar completamente gratis.