Champions League: Barcelona-Dinamo de Kiev

Ter Stegen para la crisis

El Barcelona venció 2-1 al Dinamo de Kiev en el partido correspondiente a la jornada 3 de la fase de grupos de la Champions League. Los azulgranas lideran el grupo en solitario y con pleno de victorias

Barcelona

El Barcelona se llevó la victoria por 2-1 frente al Dinamo de Kiev en un partido en el que los culés desaprovecharon infinidad de ocasiones pero que, sobre todo, destacó un nombre: Marc André Ter Stegen. El guardameta alemán regresaba tras varios meses en el dique seco y se erigió como el gran salvador y protagonista del triunfo. Leo Messi y Gerard Piqué hicieron los tantos azulgranas.

Ronald Koeman, una vez más, movía poco la alineación. El holandés prácticamente ha encontrado un once y parece que no sale de ahí, aunque también hubo variaciones. Las más llamativas, el regreso de Ter Stegen a la portería culé y la posición de Frenkie de Jong, que ejerció de central. La pareja del ex del Ajax fue Piqué, que tuvieron a Dest y Jordi Alba en los carriles. Pjanic y Busquets actuaron como mediocentros y Pedri aparecía en la mediapunta. Messi y Ansu Fati estaban en los extremos y Griezmann partía como futbolista más adelantado del Barcelona.

Casi sin que los aficionados culés se hubiesen sentado delante del televisor con un aperitivo, el Barcelona ya ganaba 1-0. El tanto llegó desde el punto de penalti después de que Popov derribase a Messi cuando el ’10’ trató de llevárselo con una picadita sutil. El argentino asumió la responsabilidad y ejecutó a la perfección la pena máxima para hacer el primero del Barça. Otro gol más de Leo esta temporada, y otro más de penalti. Parece que al rosarino se le ha olvidado marcar goles desde un sitio que no sea el punto de cal.

Sin que la hinchada azulgrana hubiera terminado de celebrar el gol de Messi, la entidad culé estuvo a punto de hacer el segundo. Primero, Pedri estrelló el balón en el larguero, el cuero botó sobre la línea y no sonó en el reloj del colegiado, por lo que no había traspasado por completo la raya. Instantes después, Antoine Griezmann, mandó fuera un disparo que realizó desde una posición cómoda, sin portero y sin oposición. Un error incomprensible que es un claro reflejo de la trayectoria del de Macon en el Barcelona. Se ponía el partido para golear y hacer olvidar esas preocupaciones de Koeman respecto a la falta de puntería de cara a portería.

Atascados con el gol

El Barcelona, como ante el Alavés, llegaba y llegaba, pero le pasaba como al lobo con el tercer cerdito, que soplaba y soplaba y no derribaba la puerta. La conexión Messi-Ansu Fati ya es una realidad y el único que fue capaz de pararla fue Neshcheret, tercer portero del Dinamo de Kiev. El joven arquero comenzó a lucirse en cada ataque de los culés y podrá irse a su casa orgulloso de las manos pletóricas que metió ante disparos de Pedri y Ansu Fati, que ya cantaban casi el gol antes de ver al portero rival negándoles el gol.

Cuando no era Neshcheret, los balones se perdían por línea de fondo. Messi, Griezmann o Pedri probaron fortuna, pero sus disparos no cogían portería. Mientras, Koeman con cara de pocos amigos en el banquillo. El problema de la falta de gol es real y ni en un partido asequible, ante un equipo que llegó con 13 fichas profesionales a la Ciudad Condal, conseguían estar acertados de cara a puerta. Y el cabreo del técnico holandés pudo haber sido mayor si el Dinamo no se hubiera topado con Ter Stegen. El alemán volvía al once tras meses de lesión y volvía a demostrar que es de los mejores del mundo. Primero, cortando un centro con el pie y minutos después con un paradón tras un remate de Buyalskiy cuando el portero tenía poca visibilidad, demostrando grandes reflejos.

Con el 1-0 se fueron los jugadores a vestuarios y a la vuelta el Dinamo de Kiev buscó sorprender al Barcelona. Ni un minuto tras la reanudación se había cumplido cuando Tsygankov se plantó solo ante Ter Stegen y el guardameta germano salió a la perfección para despejar a saque de esquina el disparo del capitán del cuadro ucraniano. De córner marcó el Dinamo, obra de Kedziora, pero el centro había salido por línea de fondo, por lo que fue anulado. Pasados unos minutos volvió a aparecer el ex del Mönchengladbach para meter un pie providencial a Supriaha, que había ganado la espalda a De Jong como Fernando Torres se la ganó a Lahm en 2008. ¡Cómo ha vuelto Ter Stegen!

Ter Stegen vuelve a lo grande

El Dinamo había sorprendido al Barcelona y los de Ronald Koeman se vieron obligados a reaccionar. Si Ter Stegen se salía en un área, Neshcheret lo hacía en el otro. Palomita espectacular para evitar que una falta de Messi se colase por la escuadra y posteriormente repeler un remate de cabeza a bocajarro de Sergi Roberto, que había entrado, junto a Dembélé, por Pjanic y Griezmann. Sólo uno de los porteros llevaba capa y ese era Marc André. Ya nada pudo hacer Neshcheret ante el remate de Gerard Piqué tras un centro medido de Ansu Fati. Se desquitaba el Barça por todas las ocasiones falladas y por las que se salvaron durante el primer tramo del segundo tiempo.

Con el 2-0 volvió a tener otra ocasión clara el combinado visitante, pero ahí estaba, una vez más, Marc André Ter Stegen. Mano a mano que disfruta Tsygankov, que coge dormida a la zaga culé y, de nuevo, paradón del guardameta alemán, que iba camino de llevarse el MVP del partido sin ningún tipo de dudas. A la siguiente venció el capitán del Dinamo, que recogió un balón muerto que dejó el alemán, tras otro paradón todo hay que decirlo, y mandarlo al fondo de la red para poner contra las cuerdas al conjunto azulgrana, que de haber podido golear en la primera parte sólo ganaba por diferencia de un tanto a falta de diez minutos.

Koeman movió el banquillo y quitó a Busquets y Ansu Fati para darle entrada a Lenglet y Trincao. El Dinamo estaba revolucionado en la búsqueda del empate y entre tanto desorden tuvo que volver a aparecer el guardameta del cuadro croata para mantener vivos a los suyos. Otra palomita, esta vez ante un tiro potente de Dembélé. Comenzaba a sufrir el combinado culé y el técnico holandés agotó los cambios al dar entrada a Aleñá por Pedri. Achuchaban los ucranianos, pero ni los tres minutos de descuento fueron suficientes para que lograsen poner las tablas, permitiendo así que el Barcelona continue contando sus partidos en Champions League por victorias.

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