Ter Stegen regresa a lo grande: salvó al Barça con cinco paradas milagrosas

El Fútbol Club Barcelona adolecía de una de las piezas de la marcada columna vertebral de su proyecto, aquella que le salva cuando la fortaleza defensiva y el orden brillan por su ausencia. La importancia de Marc-Andre Ter Stegen en el Barça es de tal, que ni siquiera el notable despliegue de Neto en los días de ausencia de su competidor le sirvió para empezar el primer encuentro en el que este entró en la convocatoria.

Ter Stegen fue titular frente al Dinamo de Kiev y el resultado no pudo ser mejor para un Barcelona que sufrió lo indecible en defensa ante los ucranianos, notables en la construcción pero que se encontraron una y otra vez con las manos y pies salvadores del cancerbero alemán, al que no se le notó absolutamente nada la ausencia de casi tres meses.

El catálogo de intervenciones del guardameta fue para enseñar en las escuelas. En la primera mitad se destacó con un rectificado que evitaba el empate del Dinamo tras unos primeros minutos extraordinarios del Barcelona en ataque, pero con despistes en defensa. Ter Stegen supo salir para evitar el gol, y tras el descanso iba a repetir actuación hasta en tres ocasiones, necesarias para salvar al Barça de un lío en el que se habían metido debido a su fragilidad defensiva.

Koeman no le dio prácticamente nada al guardameta, que sólo contaba con Piqué como activo defensivo de primer nivel. Busquets hace meses que dejó de serlo, y De Jong, como central, está lejos de ser un argumento competitivo. Los ofensivos laterales Dest y Alba no podían compensar el sistema, que dejó mano a mano Marc-André en dos ocasiones, resueltas con pie y mano primorosos, que evitaban los goles del equipo de Kiev, frustrado desde el banquillo con el regreso milagroso de uno de los mejores porteros del planeta.

El Dinamo se iba a estrenar en el partido de forma más que merecida, pero Tsygankov, que anteriormente se había encontrado con Ter Stegen, tuvo que aprovechar el rechace en boca de gol tras una nueva parada magnífica del alemán, con la mano abajo para desviar el remate inicial de Verbic, reflejo de la importancia capital de uno de los dos jugadores más importantes del Barça, que ganó de milagro… y por los milagros de su portero.