La Superliga es la única salida para frenar a Arabia Saudí
Este verano puede marcar un antes y un después en el fútbol tal y como lo conocemos. Los famosos petrodólares están adquiriendo cada vez más importancia y los países que los poseen no se limitan sólo a adquirir clubes como PSG, Manchester City o Newcastle. Ahora, desde Arabia Saudí han decido hacer de su liga una de las mejores del mundo a base de firmar a jugadores que sobresalen en el fútbol mundial a golpe de talonario, con sueldos desorbitados contra los que ni siquiera la Premier League puede competir. Algo que deja a la Superliga como la única solución para los grades clubes de Europa.
El proyecto liderado por Real Madrid, en el que también están Barcelona y Juventus y que iniciaron otros nueve clubes está a la espera de la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que pueda darle el impulso definitivo. Una sentencia favorable permitiría su puesta en marcha y, de paso, serviría de freno al espolio que la liga saudí está tratando de hacer en Europa.
Con la marcha de Cristiano Ronaldo del Manchester United al Al Nassr se inició un aluvión de tentativas multimillonarias para dejar el fútbol europeo por el de Arabia Saudí. Benzema fue el siguiente en salir y han podido llegar otros como Messi o Modric y otros que están a punto de hacerlo como Koulibaly, Edouard Mendy o Ziyech. Los que sí que han seguido al ex delantero del Real Madrid han sido N’Golo Kanté y Rubén Neves.
Este último ha sido el que puede suponer un antes y un después. Parecía que el fútbol árabe se presentaba como el retiro dorado para los jugadores tras una carrera prodigiosa en Europa, pero con la llegada del portugués, de sólo 26 años. Tras seis años en la Premier se marcha seducido por el dinero saudí, en lo que es una clara declaración de intenciones de hacer una Liga cada vez más competitiva y que sea capaz de superar a las grandes de Europa. El próximo en marcharse podría ser la gran estrella del vigente campeón del viejo continente, Bernardo Silva, dejando el Manchester City.
4.000 millones a repartir
La Superliga se queda, por tanto, como lo único capaz de frenar el infinito poder económico de Arabia Saudí. Según lo anunciado en 2021, los fundadores recibirían un pago único de 350 millones, a lo que se sumaría un bote a repartir entre los participantes de 4.000 millones de euros. Ingresos que serían más que suficientes para poder competir con los clubes saudíes financiados por el Estado y que evitaría el vuelco que pretenden dar al orden del fútbol actual. Unas cifras que, además, están muy lejos de lo que genera y reparte la UEFA por la actual Champions League.
Además, con la cantidad de ingresos generados, la Superliga se reservaría una buena montante para contribuir a la solidaridad con los clubes que no participen en ella. Como anunció Florentino Pérez en la presentación del proyecto, el objetivo es regar al mundo del fútbol de millones y, en su decálogo de principios fundamentales, la Superliga revela que dotaría de un mínimo de 400 millones de euros anuales a esos clubes que no participasen y a causas sociales. Más del doble de lo que hoy por hoy destina la UEFA.
Esta situación permitiría, ya no sólo a los clubes de la Superliga, sino a todos los clubes de las grandes ligas europeas, tener una mayor capacidad de reacción ante los clubes-Estado y ante las amenazas de la Liga Profesional Saudí y de otras de países similares que buscasen alterar el orden del fútbol tal y como lo conocemos.
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