Sergio Ramos cambia el look antes de la final por superstición


Sergio Ramos sorprendió a todos nada más aterrizar en Cardiff. El defensa madridista apareció con un corte de pelo igual al que llevaba la pasada campaña, cuando en Milán el Real Madrid se proclamó campeón de Europa. El defensa blanco fue clave en aquella final para los madridistas, marcando el primer gol de un partido que se marcharía a los penaltis tras acabar con empate a uno.
Desde entonces ha marcado goles de todos los colores. Primero frente al Sevilla en la Supercopa de Europa, después ante el Villarreal, Barça, Dépor, Málaga o Betis… pero de nada le ha servido. El central prefiere apostar a lo seguro y, no vaya ser que salga mal, ha repetido el ritual ya practicado antes de Milán, cortándose el pelo antes de viajar con el equipo a Gales.
Exactamente el mismo corte que lució el año pasado en San Siro cuando hizo otro tanto vital. La superstición le ha inducido a llevar el mismo look, para hacer así un guiño a la buena suerte y ahuyentar los malos presagios que puedan levar a los blancos a no ganar el sábado.
Ramos se suma con esto a una interminable lista de jugadores maniáticos, a la que pertenece por ejemplo su ex compañero Iker Casillas. El mítico portero madridista acostumbraba a cortarse las mangas de su camiseta en todos los partidos.