Red Bull culpa a Verstappen de su mala carrera en Australia: “Comprometió el rendimiento de su coche”
Que Max Verstappen es, de largo, el mayor talento de su generación, nadie lo duda. Que debe calmarse para convertirse en el piloto completo que todos esperan, también. Una nueva muestra de ello la vimos el pasado domingo en el Gran Premio de Australia. El holandés, que partía con unos neumáticos más duros que el resto y, por tanto, con una estrategia diferente, perdió en la salida la posición con Kevin Magnussen. Consciente de que Hamilton y los Ferrari se le escapaban, Max empezó a presionar con todo lo que tenía al de Haas, dejando para el recuerdo varias derrapadas más propias del mundo de los rallys. Espectacular, sí, pero nada efectivo. El trágico final se veía venir y, pocas vueltas más tarde, Verstappen hacía un espectacular trompo que acababa con sus aspiraciones.
A raíz de ese error, el ritmo de Max Verstappen se vio afectado por los daños que tenía su coche en el fondo plano, algo muy importante para que todo el entramado aerodinámico del monoplaza funcione como debe. Así lo confirmó Christian Horner, director deportivo de Red Bull, que veladamente criticó a su piloto por no tener un poco más de cabeza. “Tuvo algo de daño en el fondo plano en la vuelta cuatro o cinco, comprometiendo significativamente el rendimiento de su vehículo”, dijo Horner.
El propio Verstappen declaró después de la carrera que no sintió el coche como debía, algo que no justifica un actuación más propia de un novato, algo que hace tiempo que dejó de ser a pesar de su corta edad. “Tuve problemas con las sensaciones del vehículo. Creo que sufrí daño en la vuelta cuatro o cinco. No estoy seguro de cómo fue porque no tuve ningún contacto ni golpeé ningún piano con fuerza. Cuando salí del coche pude ver algo de daño, algo roto, así que habrá que investigar qué ocurrió”, se justificaba un Max Verstappen que vio una vez más como su vecino de box, Daniel Ricciardo, acababa recogiendo mejores frutos que él a pesar de salir desde más atrás en la parrilla. No todo es velocidad y talento puro, querido Max.