Quaresma mete a Portugal en cuartos en el partido más aburrido de la historia (0-1)

El primer cruce de cuartos de final ya está concretado. Polonia se enfrentará a Portugal, que logró el pase tras vencer a Croacia en la prórroga gracias a un gol de Quaresma.

No piensen que hay una errata. Tuvieron que pasar 116 minutos, repito, 116, para ver el primer chut a portería de un tostón de partido en el que ni Croacia ni Portugal, ni Cristiano ni Modric, ni Rakitic ni Nani estuvieron a la altura de un partido que se había vendido como de lo mejorcito de la Eurocopa. Ese disparo fue de Cristiano. Subasic lo paró y Quaresma no perdonó el rechace. 

Pero antes de eso hubo un partido que no pasará a la historia por su calidad. Sorprendió la alineación de Portugal. Fernando Santos introdujo hasta tres cambios reseñables pensando más en defender los peligros de Croacia que para aprovechar sus virtudes. Cedric apareció en el lateral derecho para frenar a Perisic, el extremo que mandó a España al lado oscuro. En el centro colocó a Adrien Silva para pegarse a Modric como una lapa. El centro de la defensa sorprendió ver a un José Fonte que dejaba a Carvalho en el banquillo. Sus 38 años y su horrible partido ante Hungría seguro que tuvieron algo que ver.

Portugal dejó claro desde el arranque del partido que su idea no era la de ganar si no la de no perder. Desde el minuto uno, todo el equipo plantado campo propio y cediendo el balón a una Croacia que no encontraba la manera de abrir huecos. Los festivales de juego protagonizados por la selección ajedrezada eran un vago recuerdo. Nada de nada por Lens.

Cristiano no estaba cómodo

Cristiano no estaba cómodo así. No le gusta ese fútbol. Sufrió con Mourinho cuando planteaba esos partidos, también con Benítez. El capitán pedía con el brazo a sus compañeros salir: «¡Esperamos, sí, pero no tan atrás!», parecía gritarles desde la divisoria de los dos campos. CR7 quería una presión más alta para poder salir a la contra.

La ocasión más clara de la primera mitad la tuvo Pepe en su cabeza. El central remató arriba una falta lateral botada por Guerreiro cuando muchos ya cantaban el gol. Un resbalón del defensa croata encargado de su marca tuvo la culpa de una remate tan cómodo.

La segunda mitad fue tan decepcionante como la primera. Había que frotarse los ojos, ya no sólo por el sueño que podría generar ver a dos equipos tan planos y temerosos, para creerse lo malo que era el partido. Sin Modric no hay fiesta. Y pequeño jugón del Real Madrid no estuvo en el partido. Quizá por su lesión o bien por el atosigue de los centrocampistas lusos, no se vio al futbolista que inventa y fantasea en la medular mientras conduce de manera vertical rompiendo líneas.

Croacia pudo romper el cero del electrónico de la misma manera que estuvo a punto Portugal en la primera parte: de cabeza. Vida en el 61′ remató un balón tocadito por Srna que se fue por muy poco de la portería defendida por Rui Patricio.

Renato mejoró a Portugal

Portugal pidió penalti por una patadón de Strinic sobre Nani. Es cierto que el atacante del Fenerbahce ya había rematado, pero igual de verdad es que le golpea en la cadera sin opciones de jugar la pelota.

Y mientras Cristiano estaba ausente. Ni tocaba el balón en el área, ni remataba ni participaba en ninguna jugada de ataque de Portugal. El héroe ante Hungría se dejó la capa en el vestuario.

Los lusos iban creciendo poco a poco. La entrada de Renato en el centro del campo por André Gomez dio más presencia (física) en el medio a las Quinas que cada vez estaban más cómodos. Con el centrocampista fichado por el Bayern parecía que Portugal podía ganar, pero llegado en el momento en el que ya se veía la prórroga de fondo el miedo les frenó. Ninguno quería ganar. Cero disparos entre los tres palos en 90 minutos era el dato que lo reflejaba. Nunca en la historia había sucedido algo así en una Eurocopa. ¡Nunca!

La prórroga fue más de lo mismo. Un Cristiano ausente y un Modric intrascendente. Las carreras Perisic se las pegó todas contra España y Nani con menos protagonismo que los porteros. Pero en un minuto cambió todo. Los 60 segundos entre el 115 y el 116. Kalinic estrelló un balón contra la poste de la meta lusa y en la siguiente jugada apareció Quaresma para sellar el pase de Portugal. Renato dirigió una contra que remató Cristiano. Paró Subasic, pero el balón cayó en el pide del jugador del Besiktas para abrir el marcador.

Croacia lo intentó a la desesperada, pero en uno de esos balones a la olla el remate de Vida volvió a irse fuera. Tan fuera como lo está Croacia de la Eurocopa. Posiblemente la mejor selección de la primera fase se despide y Portugal, que pasó sin ganar ni un partido ya mira a las semifinales. Así es el fútbol.