El técnico quiere entrenar al Barcelona

La profecía de Xavi, a punto de cumplirse

Xavi Hernández profecía
Xavi Hernández, durante la final de la Amir Cup con el Al Sadd. (@AlsaddSC)

La profecía de Xavi Hernández está cerca de cumplirse. El catalán, como ya reconoció en diferentes ocasiones, desea y sueña con sentarse en el banquillo del Camp Nou como entrenador culé. Los últimos acontecimientos en el Barça han llevado a la entidad a tomar la decisión de despedir a Ronald Koeman por los pésimos resultados que estaba cosechando el equipo. El egarense ya sí se ve capacitado, Joan Laporta le espera y sólo quedaría superar el trámite del Al-Sadd, que le dejará ir.

«Mi ideal es entrenar al Barcelona, nunca lo he escondido. Es mi objetivo y mi sueño», decía pocos días antes del gran partido en España, el Clásico entre Barça y Real Madrid en la que los culés hincaron la rodilla otra vez ante los blancos. No se escondía el catalán y decía abiertamente que deseaba sentarse en el banquillo blaugrana más pronto que tarde. Es su objetivo, por lo que se prepara y entrena en Qatar, y su sueño, con lo que viene pensando desde que dejó el club y colgó las botas.

Xavi había sido encimado por el Barça en muchas más ocasiones previas. La primera durante el mandato de Josep Maria Bartomeu, cuando preguntó al catalán tras la destitución de Ernesto Valverde y recibió un no por respuesta, quedándose en Qatar en el Al-Sadd. El elegido fue un Quique Setién que duraría muy poco en el banquillo. El catalán fue cara visible de la candidatura de Víctor Font más tarde, aunque se diluyó en el tramo final. Xavi volvió a sonar ya con Joan Laporta al frente del club en el tramo final de la temporada pasada y en verano, cuando más peligró el puesto de Koeman. Con el rumbo deportivo de esta campaña, su nombre volvía a sonar.

Pero antes de esta última intentona Xavi venía ofreciéndose y dejando la puerta abierta al Barcelona. Él tiene su propio camino prefijado, anteriormente no consideró oportuno el momento para regresar, ya sea por lo personal, por lo referente a su club en Qatar o por la inestabilidad que vivía el Barça. Poco ha cambiado de este último en el Camp Nou, si no ha ido a peor, pero el catalán ya se siente preparado para aceptar el reto y cumplir su sueño. Esa extraña profecía que poco a poco ha ido cumpliendo.

El momento oportuno para Xavi

«Cualquier oferta se valorará y luego se decidirá mi futuro. No sé dónde me llevará, pero estoy abierto a cualquier posibilidad», decía a principios de octubre, incluso antes de decir abiertamente que quiere entrenar al Barcelona y que era su sueño. El catalán ya venía labrando su camino, abriendo poco a poco las puertas a su desembarco en el Barcelona. Lleva algo más de dos años formándose, aprendiendo, creciendo como entrenador en una liga menor como la catarí pero en la que ha tenido siempre un carácter ganador, logrando muchos títulos, y donde ha hecho prevalecer su estilo futbolístico, ADN culé.

En ese momento, con la ventana de selecciones activa con España jugándose la Liga de las Naciones, el catalán se comparaba con Luis Enrique, dejando claro que se ve «reflejado totalmente en el estilo de la selección» y que le gustaba su propuesta: «Yo creo que es el estilo que hemos trabajado durante muchísimos años, un estilo dominante con el balón, una propuesta atractiva que va al ataque. Claro que somos de Luis Enrique. Me parece un entrenador muy bueno, que te exige muchísimo, que transmite una pasada al jugador».

El Al-Sadd, último escollo

A Xavi aún le queda el escollo de salir del Al-Sadd una vez que pacte el acuerdo con Joan Laporta para volver al Barcelona. Quiere marcharse de la mejor de las maneras de Catar y disputará dos últimos partidos antes de enrolarse de nuevo en el Barça y tomar las riendas del club. «Mi relación con Qatar y la familia real será para siempre. Me han brindado mucho cariño. Es una relación que durará para siempre. Mis hijos nacieron aquí, mi esposa está encantada y todos estamos muy felices», decía sobre Qatar hace menos de un mes.

Albert Capellas, el actual coordinador del fútbol base del Barça que reclutó Joan Laporta este verano, es el elegido para tomar el control del equipo como entrenador interino hasta que se acuerde la llegada de Xavi Hernández, que podría sentarse por primera vez en el banquillo culé en el derbi ante el Espanyol tras la próximo ventanas de selecciones, con todo el parón para asentarse y dar sus primeras directrices a su nueva plantilla.

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