Pogacar se exhibe y da el primer golpe al Tour en el pavé

Tadej Pogacar quiere ganar su tercer Tour de Francia y está demostrando ser el más fuerte desde el primer día clave. De nada importó que no fuera montaña ni contrarreloj sino una etapa de pavé la quinta de la Grande Boucle, como tampoco que se viera solo y sin equipo desde el primer tramo de adoquines, Pogi es mucho más que todo eso y con una exhibición descomunal dejó atrás a rivales y especialistas y finalizó junto a Stuyven por delante del pelotón y sólo por detrás de una escapada en la que triunfó Simon Clarke.

No fue una ventaja sideral y desde luego menor a la merecida, pero Pogacar ya ha mostrado que en territorio hostil también puede ser el más fuerte y que, al menos de momento, aislarle del resto de integrantes del UAE no es un plan ganador. Vingegaard, Vlasov, los Ineos o Enric Mas sólo perdieron unos segundos con el vigente campeón del Tour pero Primoz Roglic, víctima de una caída, se dejó más de dos minutos con su compatriota.

El otro gran nombre del día fue el del líder, Wout Van Aert, quien después de tres segundos puestos y un triunfo memorable volvió a lucirse, en este caso como gregario, para ir de atrás hacia delante con Vingegaaard –y el resto de favoritos– hasta dejar la desventaja en meta con Pogacar en sólo 13 segundos. Roglic fue el perjudicado por su propio equipo, pero no se podía hacer más en esas instancias de etapa. La mala suerte vino a visitar al Jumbo y al menos sacaron a uno de sus dos líderes indemne.