Nadal es invencible: silencia a Kyrgios y entra en semifinales de Indian Wells
Rafael Nadal superó a Nick Kygios en una maratón de casi tres horas y tres disputados sets y se mete en semifinales de Indian Wells
Así te hemos contado el partido de Nadal contra Kygios
¿Puede Rafa Nadal conseguir el número 1 en Indian Wells?
El 2022 de Rafael Nadal va de lección en lección. En cuartos de final del Masters 1000 de Indian Wells, el ídolo español demostró su condición de mejor jugador de la historia para tumbar (7-6, 5-7, 6-4) a un enorme Nick Kyrgios, todo desparpajo, locura y talento, en una maratón para la que, aún mermado, sólo Rafa estaba preparado para vencer con la sobriedad que lo hizo. Respondiendo a cada golpe que le tambaleaba en el partido, Nadal se repuso de un primer break, de un conato de remontada y, de nuevo, de molestias en el pie para sacar billete a semifinales en California, donde le espera el vigente campeón Cameron Norrie o su sucesor Carlos Alcaraz.
El duelo del morbo en Indian Wells llegaba en cuartos de final, con un Rafael Nadal imbatido en 2022, siempre ejemplar en su comportamiento y en ocasiones, crítico con el gran villano del circuito. Nick Kyrgios, enfrente, arribaba en la antepenúltima ronda en uno de sus peores momentos en cuanto a ranking individual –132 de la ATP–, pero espoleado por el buen rendimiento en California y respaldado por un talento tenístico que nunca se puso en duda.
Las cuentas pendientes entre ambos hacían presagiar un duelo movido y Kyrgios comenzó golpeando, aunque en lo tenístico. Con palos desde todos los sectores del fondo de pista, el australiano rompería el saque de Nadal, algo despistado de inicio y superado por la heterodoxia y la capacidad para conectar winners de su rival, que además estaba bastante concentrado y cometía pocos errores no forzados.
La puesta en escena de Kyrgios era inmejorable y había sorprendido a Nadal, cuya reacción no se iba a hacer esperar, subiendo el nivel al servicio, uno de los grandes secretos de su rendimiento excelso en 2022, y comenzando a amenazar al resto. Los puntos se igualaban pero la potencia de saque de Nick marcó la diferencia… hasta el décimo juego.
Una vez ahí, en disposición de cerrar la primera manga a su favor, el australiano vio como Nadal se adelantaba y al primer punto de break, en el juego y en el partido, el manacorense ponía las tablas en el marcador para júbilo del público. Kyrgios no se lo tomó tan bien, y ahí comenzó su clásico cortocircuito que le acabaría costando el set.
Nadal golpea, Kyrgios reacciona
Kyrgios apuró y logró llegar a la muerte súbita, pero su cabeza no estaba en el sitio debido. Nadal, en el tie-break, sublimó su tenis y mejoró si cabe la versión vivida ante Opelka en las mismas lides. El balear sumó uno a uno todos los puntos y con un rosco cerraba el set con ayuda de Nick, quien ponía el sello con su segundo warning del choque por abuso verbal a un fan de Rafa.
El show de Nick había empezado, pero su tenis no le abandonaba en una segunda manga en la que volvería a encontrar sus golpes mágicos, con la dejada como elemento diferencial para, junto al saque, mantenerse en el partido ante un gran Nadal. Los juegos iban pasando sin que ninguno de los dos quebrara, completando gracias al talento mutuo una de las grandes batallas de lo que llevamos de Masters 1000.
Un auténtico lujo en forma de intercambio de estilos para el público californiano, que quería más y logró un extra gracias a que Kyrgios fue el que aprovechó el despiste de Nadal para cerrar por 7-5 el segundo set. Dos horas de partido y la decisión se marchaba al tercer y definitivo parcial. Nadal parecía tener las de perder, con quejas esporádicas de su pie y un Nick desatado como demuestra su volea del último punto del set, mezcla de supremacía física y técnica.
Imbatible Nadal
La historia del tercero comenzó escrita por Kyrgios, imparable al saque y a punto de romper a Rafa en el primer turno. Sacando fuerzas de flaqueza y un coraje que sólo él puede llevar a la máxima expresión sobre una pista de tenis, Nadal se repuso para levantar su servicio, mermando la moral de un rival cada vez más pendiente de lo que sucedía en la grada. Este elemento sirvió para la desconexión en el primer servicio, arma de destrucción masiva del bombardero aussie, que sin su saque queda desnudo ante los mejores del circuito.
Nadal no pudo romper a la primera, pero sí a la segunda, en el séptimo juego, para a partir de ahí acabar de tejer los últimos retoques sobre su victoria, la decimonovena de 2022 sin fallo, más meritoria que casi ninguna –Medvedev y a la altura de Korda o Shapovalov– en una maratón de casi tres horas de duración que le lanza a las semifinales de Indian Wells.