Tenis: Copa Davis 2025

Munar y Martínez se rehacen en el dobles y dan una bola extra: España sigue con vida en la Davis

El tándem español se viene arriba y logra remontar un partido que parecía abocado a la derrota

Fuerzan el cuarto encuentro en el que Munar volverá a jugar y deberá ganar a Rune

España Davis
Jaume Munar y Pedro Martínez durante el partido de dobles. (Getty)

«Sí se puede». La grada transmitió su fe a Munar y Pedro Martínez cuando más lo necesitaban. ‘Quiéreme más cuando menos lo merezca porque es cuando más lo necesitaré’. La dupla española había sido arrollada por la danesa en el primer set. Apenas 25 minutos y 6-1 señalaba el marcador. Todo era gris. Más todavía las sensaciones, que son como el algodón, no engañan. La inercia cambió tras el paso por el banquillo. Golpe de toalla y redirección hacia la victoria (1-6, 6-3, 6-2) germinada con la determinación de Pedro Martínez y el crecimiento de Munar. Bola extra para en la Davis para una España que sigue con vida. Turno para Munar, sí, de nuevo Munar, esta vez ante Rune. Cumbre alta.

A perro flaco todo se vuelven pulgas. Con 2-0 abajo en el global de la eliminatoria y la grada ilusionada con la remontada, lo que faltaba era que la red jugara en contra. Hasta tres veces escupió los golpeos a favor de los daneses y tres veces que el punto se fue al país nórdico. También el break, concebido en esa secuencia de puntos perdidos en la red. Lo que podía salir mal estaba saliendo mal.

A ello se sumaban algunos intangibles. Que Holmgren, crecido en el marco de la Davis, que es un escenario propicio para ello, dirigía con determinación las operaciones daneses y que Munar, ante el mayúsculo reto de ser número uno de España, zozobraba. La presión, el lugar, el resultado… Todo cuenta a la hora de gestionar las emociones. Ya lo decía el propio Munar tras hincar la rodilla ante Moeller en individuales.

«Todo lo hace más complicado». En el dobles todo sucede muy rápido. El tenis es más dinámico y eso conlleva mayor rapidez en la toma de decisiones. Marco esta jugada, resto aquí, saco allá… Todo más comprimido. Los españoles, algo atenazados, se vieron sumergidos en el torbellino danés, que ofrecía más determinación, especialmente en la raqueta de Holmgren, cuya lectura del partido era impecable.

Imponente en la red, firme desde el fondo de la pista y castigador con el revés. Por ahí se apuntaron el primer set en apenas 25 minutos y trasladaron más desconfianza si cabía al tándem nacional. «Sí se puede». «A por ellos». La grada seguía creyendo, pero necesitaba una reacción de la pista, un argumento que diera forma a su fe. Y tras un set en el que fueron arrollados, llegó. El paso por el banquillo revitalizó a Munar y Martínez, que punto a punto fueron ganando confianza en el inicio de la segunda manga.

Cada uno a su manera y ambos en todo. Pedro en determinación, Jaume en seguridad y la pareja en resultados. La derecha del primero comenzó a arder y la lectura del segundo al fin era la adecuada. Detectaron que los daneses flaqueaban por el lado de Ingildsen y ahí que se lanzaron, a explotar la cantera. Picaron, picaron y volvieron a picar. Rompieron la coraza con un break que desembocó en el segundo set, y el tercero cayó por inercia. Tanto de la grada como de los tenistas. España salvó la primera bola de eliminatoria y sigue con vida. Turno de ahora de Munar, otra vez Munar. Ahora ante Rune.

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