Leclerc hace las Américas, Sainz es segundo y Verstappen gana una batalla decisiva con ayuda de la FIA

Charles Leclerc se impuso contra todo pronóstico en la carrera del Gran Premio de Estados Unidos y firmó su tercera victoria del Mundial de Fórmula 1. El monegasco no fue el protagonista de la prueba, sino los pilotos que luchan por el título: Max Verstappen y Lando Norris. En esta ocasión fue el de McLaren el que ganó la partida, pero no pudo subir al podio por la penalización de la FIA, que castigó su adelantamiento en la vuelta 52 por echar fuera de la pista al holandés, que acabó tercero finalmente. El segundo escalón lo ocupó un gran Carlos Sainz, que volvió a hacer de estratega para llevarse parte del botín.

Una carrera de la F1 de toda la vida quedó enmarcada por la polémica final con el adelantamiento de Norris a Verstappen. El premio para el británico ya iba a ser bajo –sólo le habría recortado un punto la clasificación general–, pero la FIA se encargó de sancionarle tras una acción cuyo castigo podría haber sido para cualquiera de los dos. Leclerc ganó sobradamente y Sainz celebró uno de sus últimos podios con Ferrari con mucho mérito. Fernando Alonso, decimotercero y gracias.

Salida de pura adrenalina con Leclerc como claro ganador subiendo desde la cuarta hasta la primera posición y escapándose rápidamente por el enfrentamiento de su compañero, Sainz, con Verstappen, al que adelantó, pero se la devolvió incluso saliéndose por fuera. Mención aparte para Norris, que una vez más perdía la pole en el primer acelerón, aunque culpó al holandés de echarle fuera tras la primera curva, lo que dejó vía libre para el más listo de la clase: Leclerc.

Carlos siguió insistiendo curva por curva a la que Lewis Hamilton, el rey del Circuito de Las Américas, abandonaba por un trompo en solitario. Salía el coche de seguridad en la tercera vuelta y Verstappen como un rayo cuando acabó la bandera amarilla en la sexta. Alonso, que había caído tres posiciones en la salida, permaneció décimo en la relanzada, pero el objetivo de sacar al menos un punto se esfumaba rápido con el adelantamiento de Nico Hülkenberg.

Sainz hace de estratega y supera a Verstappen

Las cámaras apuntaban a Sainz, que por momentos tenía a Verstappen a tiro de DRS, pero un fallo de potencia en la salida de las curvas que reportó por radio le estaba impidiendo atacar con argumentos al de Red Bull. Decía el español que olía «bastante como a gasolina» dentro de su monoplaza. Ojalá tener yo ese problema, pensaría Alonso, que vio como también le adelantaba ese debutante en este Mundial con el que se las tuvo tiesas en la clasificación, Liam Lawson. En la vuelta 12 ya era duodécimo el asturiano y venía George Russell por detrás… Con cinco segundos de penalización, eso sí.

Sainz y Ferrari tenían un plan en la cabeza: intentar el undercut con Verstappen y ganarse la oportunidad de adelantarlo a posteriori. Es por eso que paró en la vuelta 22 y se puso unos duros con los que cabalgar hacia la estela del holandés, que no paró hasta la 26. Leclerc, cada vez más lejos de ambos, se ponía nervioso y pedía parar cuanto antes para no tener presión en el tramo final. Alonso seguía desangrándose en la zona trasera al sufrir el adelantamiento de Franco Colapinto.

La jugada le salió a la perfección a Sainz, que salía por delante en la parada de Verstappen y sabía que en cuanto parasen los McLaren estaría segundo justo por detrás de su compañero. Leclerc no esperó y se devoró a Oscar Piastri en la vuelta 31 antes del doble recambio de los pilotos de naranja. Ahora era Verstappen el que debía protegerse de Norris, que poco a poco se iba acercando al holandés y al podio con las gomas frescas a ritmo de vueltas rápidas.

Un inconformista Sainz estaba a siete segundos del líder, pero por delante tenía un mundo de 20 vueltas en las que el objetivo era ir recortando y ofrecer una alternativa a Ferrari. Bajó de seis segundos con vuelta rápida en la 41, empezaba a mejorar el ritmo de Leclerc e hizo soñar a España con una victoria.

Leclerc gana sobrado y la FIA aupa a Verstappen al podio

Pero la batalla retrocedía dos posiciones, donde Verstappen y Norris se jugaban el último escalón del podio. Era honorable el esfuerzo del británico para tan poca recompensa, pues con el cómputo total del fin de semana con sprint sólo le recortaba un punto a su oponente por el título en el caso de adelantarle. El holandés resistía y el de McLaren no sabía cómo ingeniárselas para pasarle de una vez por todas con un ritmo muy superior.

Fue en la vuelta 52 cuando Verstappen no pudo defenderse más y Norris le dio la estacada para acabar subiendo al podio, pero la FIA se lo arrebató in extremis. El tricampeón del mundo quedó descontento porque en su opinión, y en la de muchos, el de McLaren le había echado fuera de la pista para adelantarle y una penalización de cinco segundos impidió al británico ganarle el duelo a su rival. Sainz tampoco consiguió llegar a la cabeza y Leclerc se proclamaba vencedor por primera vez en su trayectoria en Austin (Texas).