Guerra total en el Barça: crónica de un divorcio anunciado

La plantilla del Barcelona está en guerra contra la directiva y ya nadie se empeña en ocultarlo. El dardo de Messi a la cúpula del club culé es el último de una larga lista de desencuentros entre un vestuario y la junta presidida por un Bartomeu que sigue en la diana de los futbolistas. Parecía que el máximo mandatario culé había ganado tiempo con la crisis del coronavirus pero el ERTE en la entidad ha vuelto a destapar la caja de Pandora.

«No deja de sorprendernos que desde dentro del club hubiera quién tratara de ponernos bajo la lupa e intentara sumarnos presión para hacer algo que nosotros siempre tuvimos claro que haríamos». Con esta demoledora frase, Leo Messi ha sentenciado (aún más) a la directiva del Barcelona tras confirmar que los miembros de la plantilla se bajarán un 70% los ingresos y que además pondrán dinero de su bolsillo para correr con los sueldos de todos los empleados del club.

Y esta no es la primera vez que Messi afila el cuchillo para apuntar a la cúpula presidida por Josep María Bartomeu. Hace unos meses, el capitán y máxima voz dentro del vestuario (y el barcelonismo) ya se encargó de sentenciar a Abidal después de que el director deportivo culé dejara caer que los jugadores habían sido los culpables del despido de un Ernesto Valverde que siempre contó con el cariño de estos.

El ‘Barçagate’, la gota que colmó el vaso

Meses atrás miembros importantes del vestuario y la directiva habían tenido disputas por el fichaje de Neymar o por el famoso artículo en un periódico que puso a los jugadores contra las cuerdas y que obligó a Piqué a ‘amenazar’ al club tras el 0-2 en Getafe. Todo esto quedó en minucias cuando explotó la bomba del ‘Barçagate’.

Para que el que lo haya olvidado. Esta trama consistía en que la junta presidida por Bartomeu pagó a empresas para que criticaran a los futbolistas en distintos perfiles en las redes sociales. Es más, estas cuentas también hacían sangre con Xavi, Guardiola o incluso Antonella Roccuzzo, la mujer de Messi.  Esto desembocó en la dimisión de varios miembros de la Junta Directiva del Barcelona y en un Camp Nou que se encargó de pedir la marcha de Bartomeu con pañuelo blanco en mano.

Cuando la crítica hacia Bartomeu y su deteriorada junta era más incisiva, llegó el coronavirus que parecía poner tregua en la guerra entre la directiva y los jugadores. Pero no, ésta es imparable. La crisis económica que ha propiciado esta pandemia ha destapado las miserias de un Barcelona que, tras años de despilfarros, vivía al día con el riesgo de que una tormenta hiciera temblar los cimientos del club. Los jugadores han hecho que no caiga bajándose el sueldo pero no olvidan. Están a punto de ganar la guerra y Bartomeu está contra las cuerdas.