El Girona gobierna en Cataluña

El Girona se llevó el derbi en un festival de goles, venció al Barcelona por primera vez en su historia y es el nuevo rey de Cataluña. Además, líder en solitario de la Liga y dejando a los de Xavi Hernández en una delicadísima situación deportiva a siete puntos de sus vecinos y cinco del Real Madrid. El conjunto azulgrana, tras esta derrota por 2-4 gracias a los goles de Dovbyk, Miguel Gutiérrez, Valery y Stuani, se llevó una sonora pitada de su afición en una muestra clara de que las cosas no van nada bien y mucho tendrán que mejorar si quieren revalidar el título.

Si alguien llega a decir que un Barcelona-Girona en la jornada 16 y en el mes de diciembre iba a ser trascendental por el campeonato liguero le habrían llamado loco, pero así es de bonito el fútbol. El equipo gerundense llegaba con la oportunidad de ser líder de la Liga tras el empate del Real Madrid ante el Betis, mientras que los de Xavi Hernández querían seguir con la dinámica positiva las tras las victorias ante Oporto y Atlético. 

Por ello, Xavi repitió el mismo once que hace una semana. En el caso de Míchel, el Girona salía también con su mejor escuadrón para asaltar el estadio del Barça por primera vez en su historia con los ucranianos, Dovbyk y Tsygankov, como primeros espadas. Y el encuentro comenzó como se esperaba, con un equipo local dominador en el juego, mientras que el equipo gerundense se defendía sin aparentes problemas. Personalidad no le iba a faltar a la hora de sacar el balón jugado desde su portería. Valentía es lo que demostró en Montjuic, casi como los 15 encuentros previos que les ha llevado a estar donde están.

Y fue en el minuto 12 cuando saltaba la sorpresa en Montjuic. O quizás no si nos atendemos a la clasificación. Tsygankov rompía a la espalda y se presentaba sólo ante la portería de Iñaki Peña. El ucraniano podía disparar a puerta, pero vio a su compatriota también liberado para empujarla y eso hizo. Dovbyk, a placer, envió el balón al fondo de la red y el Girona se ponía por delante en el marcador.

Pero la respuesta no iba a tardar en llegar. Cuando más feroces estaban siendo las críticas sobre Lewandowski, ahí estuvo el polaco para igualar la contienda a la salida de un córner. Estaba en sequía, pero cuando más lo necesitaba su equipo ahí estuvo para rematar de cabeza un gran centro de Raphinha. Minuto 20 de partido y estaba siendo un auténtico partidazo.

Un Girona muy valiente

Pero ni con el gol en contra le entraron los miedos al Girona. Todo lo contrario. Los de Míchel, tras el tanto de la igualada tuvieron varias ocasiones y con Dovbyk como principal arma ofensiva del equipo. Primero la tuvo él de cabeza tras un gran pase de Miguel Gutiérrez y varios minutos después se cambiaron las tornas. El ucraniano asistió al lateral español, pero Iñaki Peña realizó una soberbia intervención para enviar el balón a córner. Era el minuto 28 y el encuentro no estaba defraudando absolutamente a nadie.

Y fue otra vez Miguel Gutiérrez quién tuvo una nueva ocasión clarísima para adelantar de nuevo a su equipo. El lateral zurdo, que hoy actuó de carrilero, pero pareciendo un delantero más, recibió en el área tras un delicioso pase de Savinho, pero envió el balón el balón fuera. 

Pero Miguel ya no perdonó más al Barça. El ‘3’ del Girona, en una jugada muy parecida a las dos anteriores, se presentó en el área y con la uña hizo el 1-2. Un gol que desató la locura del banquillo del equipo gerundense y de los aficionados desplazados a Montjuic. Era su primer gol de la temporada y lo celebraba por todo lo alto junto al resto de sus compañeros. Para ser sinceros, el equipo de Míchel estaba siendo claramente superior al Barcelona dejando a las claras que es muy fácil hacer daño a este equipo.

Misma intensidad

Y la reanudación tras el descanso fue más de lo mismo que en la primera mitad. La intensidad, el buen juego, la calidad y el espectáculo se mantuvo al mismo nivel y no bajó ni un mínimo. El Barcelona se echó, por motivos lógicos del resultado, hacia adelante, mientras que el Girona demostró no tener problemas en bajarse al barro y defender como si de unos especialistas se trataran.

Raphinha fue de los jugadores más activos del Barça tras el inicio de la segunda parte, pero ahí estaba la defensa del Girona o el propio Gazzaniga para frenar las acometidas culés. No obstante, los virtualmente líderes de la Liga mostraban también su peligro de la misma manera que lo habían hecho en los primeros 45 minutos.

Y fue en el minuto 65 cuando Xavi agitó el avispero. Realizó un triple cambio de una tacada dando entrada a Ferran, Balde y Lamine Yamal y retiró a Christensen, Raphinha y un Joao Félix que volvió a mostrar una de sus versiones más grises. El Barça debía reaccionar a costa de un Girona que estaba siendo superior en el encuentro.

Pero pasaban los minutos y el Girona no se resquebrajaba ni un poco, mientras que era el Barça el que mostraba signos de cansancio y debilidad. Y prueba de ello fue el gol definitivo y que mandó a la lona al conjunto azulgrana. Valery, que llevaba pocos segundos en el terreno de juego, aprovechó una gran asistencia de Stuani, que también había entrado recientemente para batir a Iñaki Peña, afianzar la victoria y el liderato en esta Liga.

En el minuto 92 de partido, Gündogan recortó distancias con un movimiento más propio de Lewandowski que de sí mismo, pero el alemán envió el balón al fondo de la red para instaurar el nerviosismo en las piernas de los jugadores del Girona. Pero el festival de goles no cesaba y Stuani, con más años que un bosque, hizo el cuarto de la noche para redondear un partido sencillamente espectacular del nuevo líder de la categoría.