Ernesto Valverde, el hombre tranquilo que cambió el destino del Athletic
Ernesto Valverde consiguió su segundo título como entrenador del Athletic Club
Ernesto Valverde, un hombre tranquilo y sereno como ninguno otro, mostró su felicidad por fin tras conseguir el que era el gran objetivo del Athletic Club, lograr alzar la Copa del Rey 40 años después. El reto era mayúsculo, a la par que ilusionante. Con 389 partidos a sus espaldas como entrenador del conjunto vasco y dos títulos, el ‘Txingurri’ ya es una de las mayores leyendas del club.
Y es que cuando Berenguer anotó el penalti decisivo en la tanda, Ernesto Valverde se liberó. Ya lo había avisado en la previa: «Cuando ya has perdido cinco finales en este siglo, ya no tienes nada que perder». En verdad, sí que había mucho que perder, pero el ‘Txingurri’, todo un experto en esto de los banquillos, no quería añadir más presión de la que ya tenían sus jugadores.
Con todos los respetos hacia el Girona, que esta temporada es el gran equipo revelación, el Athletic Club es el otro equipo que ha dado un golpe encima de la mesa. Como en los viejos tiempos, el conjunto vasco volvió a situarse en lo más alto del panorama nacional. Y gran culpa la tiene Ernesto Valverde, que ha logrado encajar todas y cada una de sus piezas en forma de un puzzle perfecto.
Sin demasiados alardes, sin demasiadas estridencias, este Athletic Club es una máquina casi perfecta en todos los aspectos. 11 guerreros, sean los que sean, que defienden a una. Por ellos mismos, por sus compañeros y por todo un pueblo. Porque el Athletic es eso. Una familia y eso se volvió a demostrar este fin de semana en Sevilla con un ambiente sencillamente inigualable en el fútbol mundial. Una ciudad como la andaluza, en vísperas a la feria de abril, teñida de rojo por la ilusión que despertaba esta Copa.
Y ha sido Ernesto Valverde el que ha llevado la Copa de nuevo a Bilbao 40 años después. Sí, 40 años después. Y el ‘Txingurri’ no se lo creía nada más concluir la final. «Cuando llevamos tanto tiempo preparando la final nunca piensas como realizar una celebrar algo así. Ha vuelto a ser un partido igualadísimo y complicadísimo», decía la leyenda vasca.
«Sé lo que es perder finales en penaltis. Los del Mallorca tienen que estar jodidos porque se les ha escapado de las manos. Esta copa es para nosotros, nuestra gente, nuestro club… Nos alegramos por todos los aficionados que se han llevado una alegría que llevábamos esperando mucho tiempo», comentaba el entrenador del Athletic.
Pero en ataque, el Athletic ya están en otra dimensión. Y eso es en parte a un pequeño monstruo llamado Nico Williams. El pequeño de los Williams se echó el equipo a la espalda para llevar la Copa a casa. Secundado por su hermano Iñaki, por el que pone los goles, Guruceta, y por Oihan Sancet el autor del único gol de su equipo en la final. Pero no sólo estos cuatro. El conjunto bilbaíno cuenta con una camada de jóvenes con un futuro absolutamente prometedor. Unai Gómez, Beñat Prados, Adu Ares, Vivian o Paredes. Jugadores del primer nivel que ya cuentan con un título de una grandeza superior.
Valverde y la renovación
El Athletic no quiere dejarle marchar, lógicamente. El club le ofreció hace varios meses la renovación, pero Valverde les emplazó a hablar más adelante en función de los resultados. Ahora, con la Copa bajo el brazo, el Txingurri decidirá con la más absoluta tranquilidad lo que quiere hacer, pero deslizando en rueda de prensa que hay Valverde para rato, pues es cuestión de tiempo que rubrique la firma.
«Es una alegría que llevábamos tiempo esperando, muchos años», dijo, pero sin querer entrar en cuándo anunciará su renovación: «Esta noche no va a ser», comentó en tono de broma. Con todo ello, Valverde parece que seguirá al frente como entrenador del conjunto vasco. Y con dos títulos bajo el brazo tras el logrado en 2015 ante el Barcelona en la Supercopa de España.