El Barcelona vence a River para proclamarse campeón del Mundialito
El Barcelona cosechó su tercer Mundialito de Clubes después de vencer sin problemas a River Plate en la final del torneo. Messi y Luis Suárez, en dos ocasiones, fusilaron la portería de un equipo argentino al que no le bastó su empuje y el apoyo de la grada para sacar el partido adelante.
Era el partido de su vida para los jugadores de River y eso se notó desde el comienzo. Los argentinos salieron a comerse la cancha, a presionar la salida desde los pies de Bravo y protagonizaron los primeros acercamientos. Los jugadores de Gallardo tenían claro que debían frenar a Messi, que finalmente fue titular tras superar el cólico nefrítico que le dejó fuera de la semifinal ante el Guangzhou. Por ello, no dudaban en hacer falta si era necesario cada vez que el ’10’ del Barcelona recibía la pelota. Antes de los diez minutos, Leo ya había sacado la amarilla al pilar de River: Kranevitter, que se vio condicionado. También le paró, pero con una gran atajada, el meta Barovero en la primera gran ocasión del encuentro.
El gol que abrió el marcador llegó en el minuto 35 y lo hizo con polémica. Messi se ayudó con la mano para controlar el balón dentro del área y batir con el exterior de la pierna izquierda al meta argentino. No hay duda de en la recepción la pelota golpeó en el bíceps de Leo, que tenía el brazo abierto. La valoración de la voluntariedad o no ya depende del criterio del árbitro iraní que dejó seguir una jugada en la que el delantero del Barcelona salió claramente beneficiado.
River, que había realizado un buen primer tiempo, intentó reaccionar tras el descanso con un doble cambio. Lucho González y Gonzalo Martínez por Mora y Ponzio. Pero Luis Suárez evitó el intento de arreón de los argentinos. Busquets asistió al espacio al uruguayo que ganó la espalda a sus marcas y se plantó ante Barovero. Suarez golpeó fuerte al centro de la portería y el balón acabó en la red tras pasar entre las piernas del portero.
Ese gol mató las ilusiones de River y le convirtió en un juguete en las manos de los futbolistas azulgranas. La gasolina de los franjirrojos se acabó y el Barcelona comenzó a mover el balón con una autoridad total que obligó a sus rivales a sacar la bandera blanca pidiendo clemencia.
Pero los de Luis Enrique no la tuvieron. Y es que sólo la inercia les llevaba a seguir buscando la portería contraria. Neymar dejó claro que la lesión era agua pasada y a través de sus endiablados regates volvía a locos a los defensas. El brasileño se vistió de asistente para servir un balón preciso a Luis Suárez, que de cabeza firmó su segundo tanto en el partido. El uruguayo consolidaba así su condición de máximo goleador de la competición.
River pudo maquillar el resultado en los instantes finales, pero el trallazo de Martínez acabó en el palo tras tocar en la mano de Bravo. El Barcelona cierra así un año 2015 casi perfecto con cinco títulos más en la vitrina. La escarapela de campeón del mundo ya tiene nueva camiseta en la que bordarse, la azulgrana.