Las duras exigencias de Marruecos a España en el Mundial 2030
Marruecos quiere presionar a España y Portugal para ganar protagonismo en el Mundial 2030
Entre sus pretensiones están la de llevarse la final a Casablanca y aumentar su número de sedes, lo que afectaría a España
El futuro Grand Stade de Casablanca quiere plantarle cara al Santiago Bernabéu y al Camp Nou y organizar partidos de mayor relevancia
La confirmación por parte de la FIFA de que el Mundial 2030 sea para la candidatura conformada por España, Marruecos y Portugal ha comenzado a dejar las primeras discrepancias. Apenas 24 horas después de que se haya conocido la designación, comienza el lío. La falta de un proyecto cerrado que haya sido ratificado por el Consejo General de la FIFA ha provocado que desde la Real Federación de Fútbol de Marruecos (FRFM) empiecen a desvelar sus intenciones de cara a concesiones que pretenden que hagan España y Portugal.
Queda un año para que se apruebe el proyecto final por parte de la FIFA, lo que apunta a una negociación larga y tensa. Desde el primer momento, Marruecos ha plantado sus exigencias sobre la mesa, a cada cuál más surrealista. La primera de ellas es llevarse la final a Casablanca, cuando estaba apalabrado que fuera en el Santiago Bernabéu. Otra es la de tener un mínimo de seis sedes, por las tres o cuatro que tendrían, y no descartan ampliar esa cantidad, algo que llevaría a España a reducir el número de estadios que aportaría.
Marruecos presentó una candidatura en solitario para albergar el Mundial 2026, pero la candidatura conjunta entre Estados Unidos, México y Canadá les arrebató el sueño. Se volvían a postular para 2030 con un proyecto ambicioso pero insuficiente, puesto que contaban con dos rivales muy potentes como la candidatura de Sudamérica –Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile– y la ibérica que formaban España y Portugal.
Aunque la gran amenaza era la de Arabia Saudí. Después de la celebración del Mundial en Qatar en 2022, los saudíes querían también su trozo del pastel para 2030. Para ello han hecho un despliegue inimaginable de poder, firmando a varias de las grandes estrellas del fútbol mundial para su liga y planeaban una alianza con Egipto y Grecia para cazar votos de tres continentes. Algo que llevó a la RFEF a ofrecer a Marruecos una alianza para asegurarse así los votos de las federaciones de UEFA y de la CAF.
La final y un mínimo de seis sedes
Con la candidatura a tres bandas, el proyecto quedaba perfilado y se presentaba como ganador, más aún tras la renuncia saudí. España llevaría la voz cantante, contando con varias de las mejores instalaciones del mundo y con una tradición futbolística innegable. Hasta 15 estadios son candidatos, dejando a varios más fuera (como Villamarín, Pizjuán, Montjuic o Martínez Valero), de los que serían elegidos un mínimo de 10.
Faltarían otros seis cupos como mínimo, de los cuales tres irían para Portugal, con Do Dragao (Oporto), Da Luz y José Alvalade (Lisboa). Sin embargo, Marruecos ya ha avisado que no se conforma con el mismo número de sedes que los lusos, ni siquiera con el doble. Los africanos quieren ser principales protagonistas del Mundial y ya han mostrado su ambiciosa propuesta para negociar las condiciones para que el proyecto salga adelante.
Para el Mundial 2030, construirán un estadio en Casablanca con capacidad para 93.000 espectadores, el Grand Stade. Su idea es que sea el recinto que acoja la final, además de varios encuentros más de relevancia, junto con el de Marrakech, con capacidad para 65.000 espectadores. Además, presentarán otro del mismo aforo en Tánger, y otros tres que superarían los 46.000, en Rabat, Fez y Agadir.
Aunque esos seis estadios no serían los únicos que valoran incorporar a la candidatura. La propuesta que planeaban presentar en solitario contaba con 14 estadios, de los que seis más se encontrarían en estudio por parte de la Federación Marroquí. Se trata de los de Tetuán, Nador, Mequinez, El Yadida, Uchda y Uarzazat, cuya capacidad ronda los 46.000 espectadores.
Esta medida de presión lo que busca es reducir las sedes españolas. Por el momento, Marruecos ha trasladado de momento a través del presidente de su Federación, Faouzi Kekjaa, que la final quieren llevarla a Casablanca y que desean mínimo seis sedes, que serían ampliables. De ser así, España tendría que reducir su cupo, dejando fuera a estadios como el RCDE Stadium, Anoeta, La Romareda, Riazor, Balaídos o Gran Canaria, entre otros.
Marruecos presiona a España
Con la aprobación por parte de la FIFA de la candidatura, a falta de conocer cuáles serán las condiciones finales, Marruecos ha visto una oportunidad de oro para presionar a España y Portugal para gozar de un mayor protagonismo del Mundial. Liderada por la RFEF, la propuesta de organizar el campeonato entre los tres ha salido adelante, pero la falta de oficialidad hace que desde el norte de África vayan a apretar con el fin de mejorar su posición.
De los 104 partidos del Mundial, 101 se disputarán entre los tres países, puesto que la FIFA ha decidido conmemorar el centenario del primer Mundial, el de 1930, con tres partidos en Uruguay –donde se jugó el primero–, Argentina y Paraguay que se jugarían entre 10 y 12 días antes de que arranque la cita en España, Portugal y Marruecos. Lo que parecía claro es que una de las semifinales sería en el Camp Nou, mientras que la final se jugaría el 14 o el 21 de julio en el Santiago Bernabéu. Ahora, Marruecos pone en cuestión todo lo previsto hasta la fecha.
Más allá de la final para Casablanca, no se puede descartar que pidan también albergar una semifinal, algo que ya habían solicitado antes del novedoso anuncio de este jueves. Esta condición dejaría la otra semi y la final de consolación a repartir entre Bernabéu, Camp Nou y Da Luz. En su proyecto inicial, querían que su futuro estadio contara con la inauguración –que será en Uruguay–, partidos de fase de grupos, dieciseisavos, semifinal y final. Por su parte, el de Marrakech albergaría fase de grupos, dieciseisavos, octavos, semis y tercer y cuarto puesto.