Los dos trofeos que todavía se le pueden escapar al Barcelona en lo que queda de Liga
Robert Lewandowski y Marc André Ter Stegen lo tienen realmente complicado
Después de una temporada tan mala en todos los sentidos, al Barcelona ya sólo le quedan tres objetivos por los que pelear en lo que cuatro partidos de Liga que tiene por delante. El primero y el más importante es recuperar la segunda posición que perdieron en Gerona, donde cayeron estrepitosamente. Los culés encajaron cuatro goles que le alejaron de otra de esas metas. Marc-André Ter Stegen tenía en su mano repetir el trofeo Zamora que ganó por primera vez el año pasado, pero la amplia renta goleadora del Girona le impidió afianzarse como el portero menos goleado del campeonato.
Ahora su coeficiente se ha derrumbado (1,08) y tiene prácticamente imposible arrebatárselo al primero, que actualmente es Unai Simón (0,94), con 31 goles recibidos en 33 partidos. El alemán, además, tendría que jugar los cuatro que quedan para alcanzar el mínimo de apariciones con el que poder ser premiado. Esa lesión de espalda que le lastró durante casi todo el primer trimestre de 2024 y, aunque su nivel no estaba siendo el de la temporada pasada, tampoco el de la defensa, su vuelta le dio bastantes alas de cara a llevarse el trofeo.
En ese regreso encadenó seis partidos de Liga con la portería imbatida, pero esta última mala racha de nueve goles en tres partidos ha apurado sus opciones. En 24 encuentros le han batido 26 veces, unos números que distan mucho del Ter Stegen que se vio la temporada pasada, el cerrojo con el que los de Xavi Hernández se proclamaron campeones de la competición doméstica encajando tan sólo 18 dianas.
En un año de menos goles a favor y más en contra, el Barça también va camino de perder otro trofeo, el Pichichi. Robert Lewandowski suma 17 tantos y está a tres del máximo goleador, Artem Dovbyk (20). Ambos vieron puerta en el duelo del pasado sábado en Montilivi, pero también lo hizo Jude Bellingham (18), por lo que el polaco no sólo tendría que ponerse a la altura del delantero del Girona, sino también dejar atrás al cañón del Real Madrid y a Sörloth, con quien empata a goles.
Lo único por lo que lucha el Barcelona
Lewandowski, al igual que Ter Stegen, también ostentó este trofeo la pasada temporada, pero el descenso de su nivel, entendible en parte al ser un año más mayor, le ha dejado atrás en la carrera por este premio. Si el año anterior lo conquistó con 23 tantos, este parece complicado que pueda igualarse a sí mismo. En total, metió 32, a diferencia de los 24 que acumula entre todas las competiciones.
Motivos para la alegría hay pocos en un año complicado para el equipo que juega sus partidos en el Olímpico de Montjuic hasta que se reforme al completo el Spotify Camp Nou. Eliminado en Champions y en Copa, perdedor en la final de la Supercopa y tercero en Liga, el Barcelona ya sólo se agarra a recuperar el segundo puesto para viajar a Arabia Saudí la temporada que viene y embolsarse ocho millones de euros.
Por delante tienen cuatro oportunidades más (Real Sociedad, Almería, Rayo Vallecano y Sevilla) en las que deberán ganar y esperar a que fallen los de Míchel. Para colmo, por si algún aficionado o alguien dentro del club se contentara ganando estos dos premios también están cerca de perderlos. Ter Stegen ha visto cómo su muro se ha derribado y Lewandowski con 35 encara el tramo final de su carrera deportiva con una lógica disminución de su implicación goleadora, pero sin un sustituto que le reemplace en esa tarea.