Los datos no engañan: Ter Stegen ha perdido su aura
Hubo un tiempo en el que Marc-André Ter Stegen tenía argumentos para sentirse el mejor portero del mundo. Partido tras partido encandilaba al Camp Nou con vuelos espectaculares y reflejos de gran boxeador. Fue la gran victoria en la dirección deportiva del criticado Andoni Zubizarreta. De Mönchengladbach a Barcelona y de ahí al triplete sin escalas intermedias. Parece que ha pasado una eternidad desde aquellos días de gloria. En los tiempos convulsos que vive el club catalán, hasta el portero titular ve el suelo temblando bajo sus pies.
Su antiguo compañero y actual entrenador, Xavi Hernández, lo arropa públicamente destacando su profesionalidad y reafirmando que la portería sigue siendo suya, pero dentro de su discurso ya se cuela algún toque de atención. «Hay veces que hay errores puntuales. Él sabe que tiene que mejorar en portería. Sabe que es un tema de rendimiento», ha dicho el técnico antes de viajar a Sevilla.
Hace mucho que Ter Stegen que no es ningún novato. Ya es el quinto jugador foráneo que más veces ha vestido la camiseta del Barcelona y pronto también superará en esa lista a sus excompañeros Ivan Rakitic y Javier Mascherano. Cumple su octava temporada en el club y a sus 29 años está en una edad de plena madurez para un portero, pero la realidad es otra: ha perdido el aura mágica de sus primeras temporadas.
Esa es la sensación que recorre las gradas del Camp Nou en los últimos tiempos y un vistazo a los números sirve de espaldarazo. Hay tres apartados estadísticos muy representativos en los que el guardameta alemán está firmando los peores promedios de toda su trayectoria como culé: goles encajados por partido, porcentaje de paradas y encuentros acabados con la portería a cero.
Manos vencidas
Ter Stegen encaja 1,29 goles cada 90 minutos. Esa cifra se redujo a apenas 0,81 en su mejor temporada, la 2017/18, y desde entonces ha ido creciendo año a año (0,88 en la 2018/19, 1,09 en la 2019/20 y 1,15 en la 2020). En cuanto al porcentaje da paradas, nunca había estado por debajo del 70%, ni en el Barça ni en el Borussia Mönchengladbach, llegando a un 79,8% en la 2017/18. Este curso, esa cifra ha caído hasta el 61,2%.
Por último, esta temporada solo mantiene la portería a cero en el 26,8% de los partidos. Su peor registro como culé hasta la fecha era el 33,6% de la temporada 2015/16 y el mejor, el espectacular 50% de la 2017/18. En el último partido ante el Elche encajó dos goles en apenas en un minuto y volvió a dar la sensación de que pudo hacer más en el segundo. Si el Barça quiere salir de su profundo bache, sabe que necesita recuperar al mejor Ter Stegen.