Cristiano enseña las vergüenzas del Barcelona
La Juventus se impuso con un claro 0-3 al Barcelona en el partido correspondiente a la jornada 6 de la fase de grupos de la Champions League y arrebata la primera plaza al cuadro azulgrana, pasando así como cabezas de serie a los octavos de final de la máxima competición continental
El Barcelona cayó derrotado por un contundente 0-3 frente a la Juventus, lo que permite a los de Andrea Pirlo pasar como cabezas de serie a los octavos de final de la Champions League. La vida sigue igual en Can Barça, que sigue sin cumplir ante un grande en Europa. Cristiano Ronaldo hizo un doblete, ambos tantos de penalti, y ganó el duelo a un Leo Messi apático, desaparecido e irreconocible.
El liderato en juego. Dos equipos y dos jugadores por encima de cualquier otra cosa. Barcelona y Juventus. Leo Messi y Cristiano Ronaldo. Dos bandos que saltaban al césped del Camp Nou para pelear por la primera plaza del grupo G de la Champions League y dos futbolistas con el trono del fútbol mundial esperándole en lo que puede ser el último enfrentamiento entre ellos al que tengan que hacer frente.
Sí, los dos mejores futbolistas de la última década se enfrentaban en el campo, pero sin sus compañeros no podrían hacer nada. A Leo Messi le acompañaban Ter Stegen, Dest, Araújo, Lenglet, Jordi Alba, Pjanic, De Jong, Griezmann, Pedri y Trincao. Por otro lado, Cristiano Ronaldo recibía la ayuda de Morata, Ramsey, McKennie, Arthur, Cuadrado, Alex Sandro, Bonucci, Danilo, De Ligt y, por último, otro personaje mítico que entrará en la historia del deporte rey: Gianluigi Buffon.
Rodaba el balón en el Camp Nou y tocaba disfrutar de dos de los mejores futbolistas de la historia. Los debates sobre quién es el mejor, quién marca más goles, quién es más decisivo y quién es más guapo, para después del partido. Al campo salieron más enchufados los italianos, que desde el principio dominaron el partido gracias a su constante presión con la que no permitían a los culés salir jugando con el balón. El primer disparo a puerta llegó de los pies de Cristiano Ronaldo en el minuto de su dorsal, pero fue facilito para Ter Stegen.
El Barça, incapaz
A la siguiente Cristiano no fue egoísta y se la dejó a otro ex del Real Madrid, Danilo, para que probase fortuna. A las nubes se fue el trallazo del brasileño. A la tercera ya no hubo perdón. Araújo cometió un penaltito sobre Cristiano y el colegiado no lo dudó. Posiblemente, como esa pena máxima se cometen muchísimos, pero pocos los pitan. El VAR no podía entrar a valorar la acción y CR7 ya cogía carrerilla para lanzarlo. Disparo potente por el centro de la portería y Ter Stegen que se vencía a un lado. Gol del luso y su ya mítico «Siuuu» retumbaba en un Camp Nou vacío.
Poco después llegaría otro mazazo para el cuadro de Ronald Koeman. Jugada colectiva exquisita de la Vecchia Signora que termina con Cuadrado colgando un balón al corazón del área, donde McKennie, con una tijereta y libre de marca, batió a Ter Stegen para colocar el 0-2 en el electrónico y poner contra las cuerdas al Barcelona en su defensa del liderato del grupo. La Juventus jugaba a su antojo. McKennie era un todoterreno, Morata hacía daño entre líneas y Ramsey no paraba de incordiar a los azulgranas. Normal que tras alguna que otra llegada los gritos del guardameta alemán o de Jordi Alba a sus compañeros se escuchasen hasta en Cadaqués.
El primer disparo a puerta del Barcelona llegó en el 21 con un chut de Leo Messi que obligó a Buffon a meter una mano providencial abajo. 42 años y lanzándose como un chaval de 15. Los azulgranas comenzaban a despertar, pero a su ritmo. Encontraron más movilidad cuando Pedri abandonó el costado derecho y comenzó a moverse más por la zona central. A la media hora probó fortuna Pjanic desde la frontal, pero esta vez el balón se fue por línea de fondo. A medida que el Barça se atrevía un poco más, se iba calentando el encuentro. Hasta Frenkie de Jong reclamaba insistentemente amarilla para su amigo De Ligt por haber tocado un balón con la mano.
Buffon otra vez tenía que detener un disparo facilito de Leo Messi, que antes de chutar volvió a ofrecer su gran conexión y entendimiento con Jordi Alba. Reclamaron penalti en esa acción los culés, pero no hubo absolutamente nada y se llegó al intermedio con la victoria de los transalpinos por 0-2. Imagino que, conociendo el carácter de Ronald Koeman, nadie quisiera estar en ese vestuario durante el descanso. A la vuelta volvieron los mismos protagonistas salvo Trincao, que se quedó en el banquillo, dejando su puesto a Martin Braithwaite.
Cristiano es el líder
A la vuelta Messi probó rápidamente de nuevo a Buffon, pero el que de verdad se lució fue Ter Stegen unos minutos después ante un tiro colocado de Ramsey. El problema, que previamente Lenglet había tocado el balón con la mano y el VAR advirtió al colegiado, que tras ver las imágenes en el monitor, señaló el punto de cal. No se libró el Barcelona del penalti, pero sí Lenglet de la segunda amarilla. Cristiano Ronaldo engañó al ex del Mönchengladbach y ponía el 0-3 en el luminoso, además de darle el liderato provisional a la Juventus.
No le gustaba nada a Ronald Koeman lo que veía y decidía hacer un doble cambio. Lenglet y Jordi Alba, amonestados los dos, dejaban el campo para que Umtiti y Junior saltasen al verde. El larguero se interpuso en el camino del Barcelona por recortar distancias. Una falta lateral que botó Leo Messi encontró la cabeza de Griezmann, pero su remate bombeado con lo que se topó fue con el travesaño. Los culés no encontraban el orden mientras veían como su ex compañero Arthur Melo, llevaba la batuta del juego de la Juventus y les hacía sufrir cada vez que pasaban el centro del campo.
Messi continuaba desaparecido. Quitando el cariño que le tengan los aficionados culés, ante la Juventus sentían ese sentimiento que puede tener la hinchada argentina que le califica de ‘pecho frío’. Cierto es que no puede hacerlo todo él solo, pero sus compañeros se empeñaban en que cualquier balón pasase por sus pies y ya ha demostrado que no es ese jugador tan decisivo como hace años. El rosarino seguía gambeteando, pero sus compañeros no le acompañan. Y cuando las cosas le salían, ahí estaba Buffon. El portero detuvo un disparo desde la media luna ‘made in Leo’ justo antes de que Riqui Puig entrase por Pedri.
Griezmann, Riqui o Braithwaite intentaron hacer el primero de la noche para los culés, pero podían haber seguido así hasta dentro de una semana que no hubieran hecho gol. Y es que hasta un penalti que se señaló favorable al Barça acabó siendo anulado por un fuera de juego previo de Antoine. Como también lo estuvo Bonucci cuando hizo el cuarto, por lo que tras ser revisado con el famoso punto de fuga no subió al marcador. Leo siguió intentándolo, pero ahí estaba Gigi Buffon a sus 42 añazos.
La desidia que viene mostrando al Barcelona, completamente abatidos y desganados, no invita al optimismo y, de tener la primera plaza en la mano, pasan a octavos como segundos. Quién sabe si el sorteo les emparejará ante un Bayern. Lo cierto es que la Juventus pasó por encima de los culés…y pudo ser peor. Cristiano le ganó la batalla a un Messi al que a cualquiera le duele ver tan lejos de su mejor nivel y con esa apatía que le acompaña estos últimos meses. Eso sí, el debate sobre quién ha sido mejor no acabará nunca y siempre quedará la esperanza que en el futuro El Bicho y El Extraterrestre puedan volverse a ver las caras.