Una Copa con final anticipada y Mirotic intentando emular a Pau
Nikola Mirotic es el nombre propio del fin de semana en Málaga. El mítico Martín Carpena testará las opciones del hispano-montenegrino que encabeza el ambicioso proyecto del Barcelona por volver a la cúspide. Previsiblemente el sábado nos dará medida de si los culés van por buen camino en esta temporada. En esas semifinales se cruzarán con el Real Madrid –que sí todo va bien pasará ante el Bilbao, igual que el Barça ante el Valencia– viviéndose el primer duelo real entre los dos colosos.
Porque habiendo un título en juego y la posibilidad de que el eterno rival salga trasquilado, Málaga tiene esa magia especial para un torneo tan imprevisible como atractivo como la Copa del Rey. Hace 19 años, en el mismo escenario donde se disputará el torneo, un chaval llamado Pau Gasol se descubrió ante el mundo ganando el MVP del torneo venciendo, como era de esperar, al Real Madrid. El de Sant Boi hizo 25 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias y 3 robos para un total de 39 de valoración. Sin saberlo en ese momento, Pau había conquistado a una legión de ojeadores para acabar saliendo ese mismo año elegido como número tres del Draft.
A los protagonistas de esta Copa no les espera previsiblemente la NBA, aunque nunca se puede poner la mano en el fuego. Lo que está claro es que la presencia de Madrid y Barça en un lado del cuadro abre la ventana a que equipos de segunda fila en las apuestas como Tenerife, Zaragoza o los anfitriones de Unicaja puedan llegar a la final del domingo al no cruzarse con ninguno de los grandes, puesto que Baskonia no se clasificó.
El Madrid, tras un mes de enero lleno de dudas y con Llull en su peor momento, espera mucho de una pista también mágica en su historia. Precisamente, el menorquín logró una canasta sobre la bocina ante el Barcelona para darle la Copa de 2014, y otra vez en Málaga.
La capital andaluza si algo promete es espectáculo. Cada vez que una Copa se ha celebrado aquí, hitos históricos han acontecido como hemos podido ver con Gasol o Llull. ¿Será el momento de que Mirotic emerja como el azote del baloncesto europeo? O por contra, ¿será la hora de que el Madrid de Laso pase por encima del proyecto de Pesic? El tiempo lo dirá, pero no será por alicientes. La Copa ACB tiene un sabor único.